Hace unos días se supo que Estados Unidos se estaba enfrentando a uno de los peores ciberataques de su historia. Al parecer, el grupo Salt Typhoon, asociado al Ministerio de Seguridad Pública de China, habría conseguido acceder a la red de telecomunicaciones de ocho proveedores para espiar a figuras políticas como parte de una campaña que habría afectado a otros cuantos países de todo el mundo.
Como consecuencia, el FBI habría recomendado a los estadounidenses no enviar mensajes de texto SMS convencionales, ya que su seguridad es tan pobre que son fáciles de interceptar. En su lugar, incentiva el uso de aplicaciones de mensajería instantánea con encriptación de punto a punto, como podría ser WhatsApp, Signal o Facebook Messenger, sobre todo si es entre usuarios de iPhone a Android, ya que el nuevo RCS multiplataforma todavía no es demasiado seguro.
Este grave incidente, como es lógico, tendrá consecuencias. Como si la relación entre China y Estados Unidos de América no fuese lo suficiente tensa ya, el país que estará al mando de Donald Trump a partir del 20 de enero de 2025 está planteándose un serio cambio: deshacerse de todo el equipo de telecomunicaciones fabricado por compañías chinas.
Todo el equipo proporcionado por HUAWEI y ZTE, fuera
Hay más compañías en el mundo, aparte de HUAWEI y ZTE, que desarrollan antenas 5G. Algunas son Ericsson (Suecia) y Nokia (Finlandia)
La Cámara de Representantes de Estados Unidos se está preparando para votar un nuevo proyecto de ley de defensa que incluye un gasto de 3 mil millones de dólares. Esta iniciativa tiene el objetivo de ayudar a las empresas a sustituir los equipos fabricados por las empresas chinas HUAWEI y ZTE.
HUAWEI y ZTE son dos de las compañías más importantes a nivel mundial en infraestructura de telecomunicaciones. Ambas ofrecen equipos para redes 5G, así como sistemas de transmisión, estaciones base, routers y switches. Sin embargo, hay otras empresas que también ofrecen soluciones similares, como Ericsson (Suecia), Nokia (Finlandia), Cisco Systems (Estados Unidos), NEC Corporation (Japón), Samsung (Corea del Sur), Alcatel-Lucent (Francia) o Mitel (Canadá), por mencionar algunas.
La financiación, que proviene del presupuesto de la Ley de Autorización de Defensa Nacional para 2025, abordará los riesgos de seguridad nacional como parte de la represión de Estados Unidos contra las empresas chinas. Además, el documento de 1.800 páginas (al que ha tenido acceso Reuters) incluye otras medidas que el país norteamericano podría implementar para abordar otros temas relacionados con China.
En el pasado, ya se destinaron 1.900 millones de dólares a la retirada de equipos inseguros. Se espera que con la nueva inversión de 3 mil millones de dólares se cierre la brecha. El coste total de la operación ascendería a casi 5 mil millones de dólares. La presidenta de la Comisión Federal de Comunicaciones, Jessica Rosenworcel, insiste en la gravedad del asunto, ya que está «en riesgo tanto nuestra seguridad nacional como la conectividad de los consumidores rurales que dependen de estas redes».
El eliminar equipo inseguro afectaría a algunas regiones rurales y servicios críticos como el 911, por eso es necesario sustituirlo. Además, Estados Unidos no es el único país que quiere deshacerse de los productos de telecomunicaciones chinos: Reino Unido quiere eliminar la tecnología de HUAWEI de la red 5G para finales de 2027.
Este es un episodio más entre la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Hace unos días se supo que el país asiático impediría al norteamericano acceder a materiales imprescindibles en la fabricación de smartphones y otros dispositivos electrónicos. A esto hay que sumar que cada vez hay más ciberataques de China hacia Estados Unidos, como ha confirmado Microsoft, así como campañas para atacar a políticos estadounidenses en la red social X.
El artículo El hackeo de China a Estados Unidos ya tiene consecuencias: miles de millones de dólares para eliminar toda su infraestructura fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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