Estados Unidos va a construir nuevas carreteras. Lo hará en Florida y utilizará un producto radiactivo: las quejas no han tardado en aparecer

Las carreteras son las vías básica para realizar transporte y viajes, son una pieza fundamental en la economía y sociedad. Por tanto, su mantenimiento y construcción son muy importantes. Ahora bien, en Estados Unidos parece que la polémica ha saltado por las nuevas carreteras en Florida. Estas vías podrían utilizar un subproducto radiactivo derivado de la producción de fertilizantes: el yeso fosforado.

A lo largo y ancho del mundo hay carreteras de todo tipo, algunas son famosas por su peligrosidad y otras por no disponer de límite de velocidad. Ahora en Estado Unidos, si es que el proyecto se lleva adelante, las carreteras de Nueva Gales (Florida) serán conocidas por utilizar un subproducto radiactivo llamado yeso fosforado. Este material contiene a su vez radio y se descompone en gas radón, ambos elementos radiactivos y carcinógenos de acuerdo con la EPA (Agencia de Protección Ambiental).

Las carreteras que se construyan en Florida podrían llevar material radiactivo

Justamente sorprende la decisión de la EPA respecto a la utilización de yeso fosforado en las carreteras. Según ha afirmado este organismo estatal, la iniciativa se amplia para “demostrar la variedad de diseños de construcción de carreteras”. Hasta el momento este material no era usado en este tipo de actividades, pero el paso sugiere que quiere reutilizarse en esta labor.

Por ahora el proyecto piloto aprobado consiste en construir cuatro secciones de prueba de la carretera, cada una de 500 pies de largo y 24 pies de ancho, utilizando este tipo de yeso. Las secciones mencionadas contendrán hasta un 50 % de este producto en peso. El proyecto también construirá otras partes de las carreteras sin yeso fosforado.

Que la EPA haya dado el visto bueno a este programa de construcción ha indignado a grupos de ecologistas que han considerado de “alucinante” el proyecto. La verdad es que la utilización de fosfatos de tipo peligroso para la construcción de carreteras no parece ser la mejor idea. No obstante, las cosas por ahora continúan adelante y no parece que vaya a haber una marcha atrás. Los ecologistas han acusado a la EPA de ceder ante la presión de las grandes industrias.

Lo cierto es que la decisión ha levantado ampollas, ya que en 1992 la EPA afirmó que la utilización de yeso fosforado en construcciones de cualquier clase era de gran riesgo y algo «inaceptable». Hoy, más de treinta años después ha habido un viraje de opiniones de 180º, ya que el organismo ha confirmado que el riesgo real es mínimo. ¿Cuáles son las razones de este cambio? No están claras. En 2020 durante la presidencia de Trump ya hubo un proyecto piloto en este sentido, pero la administración Biden la elimino, ahora vuelve a estar sobre la mesa y parece que saldrá adelante. Así lo han contado desde The Hill.

De nuevo los grupos ecologistas han elevado las quejas sobre todo por el temor a que este producto acabe utilizándose no solo en carreteras, también en edificios públicos, lo que sería muy perjudicial para la vida de las personas.

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