Las grandes compañías tecnológicas apuestan por la inteligencia artificial. Pero hay un problema: su gasto energético es muy alto. Tomando de ejemplo a ChatGPT, el bot conversacional desarrollado por OpenAI, uno de los proyectos basados en IA más importantes del mundo, pedirle que elabore un texto de 100 palabras consume alrededor de 519 mililitros de agua.
Cada vez hay más centros de datos utilizados para satisfacer las necesidades de la inteligencia artificial, y se estima que casi la mitad de ellos podría no contar con energía suficiente para funcionar para el año 2027. Es posible que el crecimiento sea del 160% en apenas dos años, lo que provocará que el 40% de los centros no podrá operar.
Es lo que ha llevado a compañías importantes, como Google, Amazon o Microsoft, a generar energía a través de reactores nucleares. Y grandes nombres de la industria se encuentran ocupando cargos importantes en startups que buscan proporcionar energía nuclear para los proyectos basados en IA.
Algunos expertos se preguntan cuánto de estas inversiones energéticas beneficiará al público general
Oklo es una empresa de tecnología energética emergente (startup) que se especializa en el desarrollo de reactores nucleares compactos y modulares. Su objetivo es innovar en el sector de la energía nuclear, ofreciendo una alternativa más segura, eficiente y accesible a las plantas nucleares tradicionales.
Esta empresa, respaldada por Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, está trabajando para crear SMR (reactores nucleares pequeños) capaces de generar electricidad de manera más limpia y con menos residuos nucleares. La intención es usarlos para abastecer energéticamente a los centros de procesamiento de datos de la inteligencia artificial.
Altman, al igual que otros líderes tecnológicos como Bill Gates, asegura que la energía nuclear es esencial para el desarrollo de la IA, al mismo tiempo que es sostenible con el medio ambiente. Los expertos tienen sus dudas respecto a si las fuertes inversiones que están realizando beneficiarán, de alguna manera, al público general, o si las grandes compañías solo están velando por sus intereses.
Creo que las empresas tecnológicas están velando por sus propios intereses, y si esos proveedores nucleares son capaces de vender plantas de energía nuclear adicionales para el público, es otra cuesión – Sharon Squassoni, profesora investigadora de la Universidad George Washington
La energía nuclear tiene varias ventajas que la hacen una fuente de energía atractiva, especialmente cuando se busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que los reactores nucleares no emiten dióxido de carbono ni otros gases que contribuyen al cambio climático.
No obstante, también presenta varios peligros y riesgos que, de ser gestionados de manera errónea, podrían provocar graves consecuencias. Los mejores ejemplos los encontramos en los accidentes de Chernóbil (1986) y Fukushima (2011). Si bien los desastres nucleares no son habituales, no son imposibles, y grandes cantidades de radiación afectan a la salud humana y al ecosistema de manera muy peligrosa.
Por otro lado, la energía nuclear produce residuos radiactivos de alta actividad que son peligrosos durante miles de años. Si bien existen almacenes subterráneos o el reciclaje de combustión nuclear, la gestión segura a largo plazo sigue siendo un desafío importante.
Aunque lo ideal sería utilizar energías renovables, como la eólica o solar, los centros de procesamiento de datos funcionan durante las 24 horas del día, los siete días de la semana, por lo que necesitan un suministro de electricidad estable. Si el sol no brilla o no hace viento, estas instalaciones no podrían funcionar correctamente.
El artículo Los grandes líderes de la inteligencia artificial tienen claro lo que quieren: más energía nuclear fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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