Efectivamente, las fusiones dentro de una industria son un indicativo de crisis

Si hace poco escribía, a cuenta de la posible fusión entre Honda y Nissan, cómo la fusión de compañías de una misma industria podía ser un claro indicador de una crisis que ninguno de los participantes era capaz de gestionar, hoy tenemos una nueva comprobación de esa hipótesis en una industria completamente diferente.

En el entorno de los repositorios de imágenes, el líder del sector, Getty Images, está aparentemente explorando una posible fusión con su competidor Shutterstock, ambas cotizadas en el NYSE como GETY y SSTK.

Si en el caso de la industria de la automoción la razón es la inadaptación la gran mayoría de las compañías tradicionales al cambio de tecnología que supone el motor eléctrico, en el de las empresas de imágenes de stock hablamos de una crisis producida por la popularización de la inteligencia artificial generativa, que cada vez más convierte su producto en algo obsoleto, por lo que en un elevado número de casos ya no vale la pena de pagar.

Algoritmos como Dall·E, Stable Diffusion, Midjourney o Grok hacen que cada vez resulte más habitual, cuando se precisa una imagen determinada, que esta sea generada mediante una descripción en un prompt en lugar de obtenida de un bando de imágenes. Cada vez más, la única razón para recurrir a una imagen de stock es cuando se precisa algún tipo de documento histórico, muchos de los cuales son libres de derechos o van pasando a serlo con el tiempo. Cuando, en septiembre de 2023, Getty Images se asoció con Nvidia para lanzar Generative AI by Getty Images, un modelo entrenado exclusivamente con su colección de fotos, ya era demasiado tarde: otros modelos ya llevaban tanto tiempo entrenándose con todo tipo de imágenes, con y sin derechos de autor, disponibles en todo lo largo y ancho de la web, que ya resultaban un producto perfectamente sustitutivo en un número muy elevado de casos.

Según el informe anual de Getty Images, la compañía está teniendo muchas dificultades para retener a sus clientes y reemplazar a los clientes perdidos. Sus productos creativos y editoriales, dos de sus segmentos de ingresos más importantes, llevan disminuyendo consistentemente desde el año 2022, coincidiendo con la popularización de los algoritmos generativos.

La demanda de Getty Images contra Stability AI por, presuntamente, utilizar sus páginas de catálogo (con las imágenes provistas de marcas de agua) para su entrenamiento es uno de esos casos que pondrán a prueba la legalidad de utilizar imágenes libremente disponibles en la web para entrenar algoritmos generativos, toda vez que esos algoritmos no copian ni distribuyen las imágenes originales, los supuestos teóricamente protegidos por los derechos de autor. Pero incluso aunque Getty pudiera llegar a ganar el caso, la enorme disponibilidad de imágenes libres de derechos permitiría que los algoritmos generativos siguiesen mejorando su calidad, lo que convierte el modelo de los bancos de imágenes en un negocio progresivamente obsoleto.

Esta misma página es una buena prueba de la obsolescencia del modelo: progresivamente he ido pasando de utilizar imágenes obtenidas a través de buscadores y etiquetadas como libres de derechos, a usar las disponibles en bancos de imágenes gratuitos como Pixabay, Unsplash (propiedad de Getty Images) o Shutterstock, y cada vez más, imágenes generadas mediante inteligencia artificial, mayoritariamente de Dall·E o Grok. Y obviamente, no soy un caso aislado.

¿Qué hacer cuando tienes cada vez más dudas sobre el futuro de tu modelo de negocio? Simplemente, intentar combinar tus esfuerzos con otros competidores para intentar así resistir más tiempo y tener más poder de negociación. Pero en este caso, mucho me temo que la subida coyuntural en la cotización de las acciones de ambas compañías de esta mañana (20.3% y 7% para Getty Images y Shutterstock respectivamente) no refleja confianza en el futuro de su modelo de negocio, sino el simple aprovechamiento temporal de la operación… porque el modelo de los bancos de imágenes como tal está completamente condenado al fracaso. Cuando cualquiera puede, fácilmente y cada vez con mayor calidad, generar la imagen que necesite en cada momento, ¿quién necesita un banco de imágenes?

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