Italia quiere comprar tecnología espacial a Starlink de Elon Musk. Las consecuencias podría ser nefasta para la Agencia Espacial Europea

Para darte un poco de contexto, aunque la compañía es de sobra conocida, Starlink es una empresa filial de SpaceX, por tanto integrada en los productos y servicios creados por la mente de Elon Musk, que se dedica a ofrecer conexión a internet en zonas remotas, donde la tecnología de banda ancha o de fibra óptica no llega. Habitualmente, este es un servicio utilizado por usuarios particulares, aunque parece que le ha salido un pretendiente mucho más importante y que tenemos muy cerca de España.

La amenaza de SpaceX se cierne sobre Italia y la Unión Europea

Tal y como adelantó hace pocos días el medio de comunicación Bloomberg, existe un creciente rumor que indica que el gobierno de Italia estaría en avanzadas negociaciones con SpaceX para adquirir los derechos de explotación de sus servicios de telecomunicaciones por la astronómica cifra de 1.550 millones de euros.

La información publicada por el medio estadounidense desgrana que el acuerdo se estaría gestando desde el pasado 2023, aunque no se habrían retomado las conversaciones hasta que Giorgia Meloni, primera ministra de Italia, se reunió hace poco tiempo con el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Sin embargo, esta noticia parece haber llegado a oídos del gobierno italiano, que ya habría salido al paso para desmentirla.

En un reciente comunicado publicado en la página web del gobierno de Italia, se «niega que se hayan firmado contratos o acuerdos entre el Gobierno italiano y la empresa SpaceX para el uso del sistema de comunicaciones por satélite Starlink». Eso sí, no se desmiente que se hayan entablado conversaciones entre ambas partes.

De hecho, el gobierno italiano afirma que este tipo de negociaciones son habituales con diferentes tipos de empresas, «en este caso con aquellas que se ocupan de conexiones protegidas para las necesidades de comunicación de datos cifrados». Para finalizar, se asegura que Giorgia Meloni no se reunió con Donald Trump para tratar este asunto.

Starlink funciona en Italia, así como en muchos otros países de Europa, como es el caso de España, pero no con acuerdos institucionales, sino como un servicio de telecomunicación que puede ser adquirido por cualquier ciudadano. El hecho de que se pudiese firmar un contrato con un gobierno del viejo continente no solo es un hecho sin precedentes, sino que vendría a dificultar la implementación de un servicio similar que está siendo desarrollado por la Unión Europea.

Este servicio tiene como nombre IRIS², acrónimo de Infraestructura para la Resiliencia, Interconectividad y Seguridad por Satélite, y es definido en la página web de la Comisión Europea como una «constelación multiorbital de 290 satélites que combinará los beneficios de satélites en la órbita media de la Tierra y satélites en la órbita baja». Su puesta en marcha está prevista para 2030 y su coste está estimado en más de 10.000 millones de euros.

Por el momento, muchas son las voces que se han manifestado en contra de la presencia de Starlink en futuros contratos con Italia, como es el caso de Antonio Misiani, político italiano perteneciente al partido de la oposición. El senador ha declarado en el medio Politico que el acuerdo sería «una inaceptable traición a la soberanía nacional». ¿Cuál será el próximo paso en este complicado juego de política y empresas multimillonarias?

El artículo Italia quiere comprar tecnología espacial a Starlink de Elon Musk. Las consecuencias podría ser nefasta para la Agencia Espacial Europea fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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