Meta estrenó la ausencia de verificación de datos en sus redes, que implantará ya este año en Estados Unidos, con un bulo propio difundido por su nuevo jefe de asuntos globales, Joel Kaplan, y por el fundador de la red social, Mark Zuckerberg. Ambos directivos justificaron la supresión del programa antibulos con el argumento de que la comprobación objetiva de la veracidad de los contenidos es una forma de censura y que los profesionales encargados de la misma introducen sus propios sesgos. Es falso: los verificadores no censuran ni eliminan contenidos, tan solo advierten de la falsedad, y tampoco introducen sesgos, puesto que su labor responde a una metodología objetiva. La eliminación de este servicio ha originado una cascada de críticas de expertos en comunicación social y, en Europa, reclaman la aplicación estricta de la ley de servicios digitales (DSA) para mantener la moderación de contenidos.
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