«Estados Unidos cuenta con las mayores protecciones constitucionales para la libertad de expresión del mundo. En Europa hay cada vez más leyes que institucionalizan la censura y dificultan la creación de cualquier iniciativa innovadora». Esto dijo Mark Zuckerberg hacia el final del vídeo de cinco minutos en el que anunció el martes que Meta, y con ella Facebook e Instagram, debían «volver a sus raíces» y «restaurar la libertad de expresión» que, al parecer, en algún momento perdió por el camino. Con este fin, todas las ‘apps’ que conforman la navaja suiza de plataformas del emporio han dejado de recurrir a verificadores de noticias profesionales para combatir la desinformación. ¿Su sustituto? los propios usuarios, que podrán añadir apéndices a todos aquellos contenidos que, consideran, contienen información falsa o dudosa. No pasó mucho tiempo antes de que la Comisión Europea respondiese, tajante, que «rechaza rotundamente cualquier afirmación de censura» en base a su legislación, ya que esta en ningún caso «obliga, pide o requiere a una plataforma eliminar contenido legal». Aunque, en principio, la salida de los verificadores de redes sociales como Facebook e Instagram solo tiene efecto en Estados Unidos, Meta no descarta lanzarlos también en Europa en un futuro próximo. Según señalan a ABC desde la compañía, esta decisión se tomaría después de «revisar sus obligaciones» legales en el Viejo Continente. Para lo que la firma no ha esperado es para realizar cambios en sus políticas que alteran las reglas del juego en todas las aplicaciones del imperio digital. En base a estos, actualmente, cualquier usuario que lo quiera puede referirse a una persona homosexual como «enfermo» o «anormal» en sitios como Facebook e Instagram. También puede tachar de «objeto» o «propiedad» a una mujer. Y, además, ha fulminado todos los programas DEI de ‘Diversidad, Equidad e Inclusión’ en favor de las minorías étnicas y sexuales. Además, a la hora de elegir proveedores, el gigante tecnológico no tendrá como un factor clave las políticas de igualdad desarrolladas por las empresas.Juristas consultados por este diario esperan que el cambio en las políticas, sumado a la posible salida de los verificadores de información, traiga nuevos problemas legales a la firma en Europa. «La forma de abrir la mano de Meta con respecto a sus nuevas políticas excede, al menos en el ámbito comunitario, lo que permite la libertad de expresión», explica el jurista experto en asuntos digitales Sergio Carrasco Mayans. «Si Meta quiere hacer cambios en la moderación en Europa, lo que no se va a permitir desde Bruselas es que la empresa se lave las manos y diga que es que aquí se permiten cosas ilegales», prosigue. El experto recuerda que en Europa funciona desde hace meses la Ley de Servicios Digitales (DSA), diseñada por los reguladores para poner freno a los posibles desmanes de los gigantes de internet. Entre otras muchas cosas, la normativa obliga a grandes redes sociales como Facebook e Instagram a eliminar cualquier contenido ilegal que sus usuarios publiquen en la plataforma una vez que la empresa sea conscientes de su existencia. En caso «de que en la publicación haya intención de humillar», señalar que una persona está «enferma» por su orientación sexual puede representar un delito de odio , según señala el jurista Samuel Parra: «En España el Código Penal castiga a cualquier persona por vejar a una persona por su orientación sexual o su religión. Ellos (Meta) pueden decir que los permiten en su red social, pero si no los eliminan pueden incumplir la ley» y, en consecuencia, ser multados. «No tiene sentido que Facebook permita ilegalidades en Europa. Es más, es que la red social tiene que incorporar etiquetas para que los usuarios puedan reportar contenidos que pueden ser ilegales», zanja el experto.Cabe recordar que la DSA contempla multas de hasta el 6% de la facturación anual global para todas aquellas empresas que infrinjan la normativa. La reincidencia puede implicar la prohibición del servicio , aunque ninguno de los juristas consultados esperan que Bruselas llegue a este punto con Facebook e Instagram. El abogado Borja Adsuara apunta, además, que el hecho de que X, la vieja Twitter, lleve tiempo haciendo lo mismo que ahora va a hacer Meta en materia de moderación fortalece la situación de todas estas ‘apps’ en la UE: «Si en vez de una red social somos tres, no nos van a cerrar a todas». Cabe recordar que la UE anunció a finales de 2023 la apertura de una investigación a X por sus supuestas negligencias en moderación de contenido . Meta también está bajo la lupa de los de Bruselas por diseñar sus redes sociales, presuntamente, para resultar «adictivas» para los menores.«¿Qué mensaje lanzas?»Los cambios realizados por Zuckerberg en sus políticas parecen estar destinados a acercar posturas con el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En opinión de Arturo Béjar, exdirectivo de Facebook y actual denunciante de Meta por la laxitud de la firma a la hora de proteger a los usuarios jóvenes, «si Facebook quisiese volver a sus raíces se convertiría de nuevo en un sitio para conectar con amigos y familia». En su opinión, el uso de la palabra libertad es «solo una excusa», y duda de que el sistema que quiere implementar la empresa, en el que es el usuario el que dice qué puede ser falso o ilegal, funcione.«En mi experiencia, el 99% de la gente no reporta, porque muchas veces la red social no les da la razón y acaban pensando que no sirve de nada», dice Béjar. Además, sostiene que los cambios realizados en las políticas son «trágicos» para los usuarios menores: «¿Qué mensaje le estás lanzando a una niña cuando permites que alguien la catalogue como un objeto y le diga que es propiedad de un hombre?».
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