Europa ha sido incapaz de liderar el mercado de los coches eléctricos: la causa está en el ritmo de producción de los fabricantes

Casi uno de cada cinco coches vendidos en el año 2023 era eléctrico. En total, se compraron 14 millones; el 95% de ellos en China, Estados Unidos y Europa, según los datos. Si nos centramos en España, en 2024 se vendieron 32.480 coches eléctricos a particulares, aumentando la cifra en casi 8 mil unidades. Son más populares entre las empresas que entre las personas físicas.

El parque de vehículos eléctrico no para de crecer año tras año. Tesla es una de las marcas más populares en el sector. Cada vez es más habitual ver sus coches circulando por las carreteras de nuestro país. El modelo más vendido es el Tesla Model 3, seguido del Tesla Model Y. No obstante, hay otros fabricantes que también se han colado en la lista, como MG, Volvo o BYD Auto, de origen chino.

Los coches eléctricos chinos se han estado imponiendo en el mercado de la Unión Europea debido a su ajustada relación calidad-precio, lo que ha provocado la imposición de aranceles. Y es que Europa quería llevar la voz cantante en su producción a nivel global, pero las compañías no son capaces de seguir el ritmo.

El 2035 es la fecha límite para dejar de vender automóviles nuevos con motor de combustión de gasolina

Los principales fabricantes de coches no pueden competir con China a la hora de producir vehículos eléctricos eficientes y económicos. Uno de los mejores ejemplos lo encontramos en el BYD Seagull, un modelo compacto lanzado en el año 2023 y que está diseñado para ser accesible por ser una opción asequible. Tiene una autonomía cercana a los 300 kilómetros por carga y un motor eléctrico que ronda los 75 caballos de fuerza, ideal para trayectos urbanos.

Lo más interesante es su precio. En China cuesta unos 10 mil dólares, y cuando llegue a España se cree que podrá adquirirse por apenas 12 mil euros, a no ser que los aranceles e impuestos incrementen notablemente su coste. El precio medio de un coche eléctrico de gama media, como podría ser un Tesla Model 3, Nissan Leaf o Volkswagen ID.3 oscila entre los 30 a 50 mil dólares.

Si no aparecen coches eléctricos más asequibles antes de 2035, va a haber un serio problema, puesto que si se dejan de vender los convencionales, la gente no tendrá acceso a vehículos nuevos sin endeudarse durante muchos años. Es por eso que algunos fabricantes y países, como Italia, han pedido a la Unión Europea que revise o retrase sus objetivos.

Mientras las marcas chinas apostaban por producir coches eléctricos económicos, los gigantes europeos del sector se han centrado en los modelos de mayor gama. El país asiático empezó a invertir en esta tecnología en 2002, siendo conocedor de que obtendría una ventaja significativa frente al resto del mundo, además de producir baterías LFP más seguras, aunque de menos densidad energética, que las de litio, níquel, manganeso y cobalto utilizadas por las empresas occidentales.

Otro detalle a tener en cuenta es que las empresas europeas tienen que cumplir con un marco regulatorio que, a menudo, ignora las necesidades de los clientes y las del mercado. La situación en la industria automotriz es muy complicada y no está pasando por su mejor momento. Volkswagen, que es una de las principales compañías del sector, ha anunciado el cierre de al menos tres fábricas, lo que ha disparado las alertas también en Alemania.

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