La Fosa de las Marianas, el lugar más profundo del océano y del planeta, alcanza una profundidad aproximada de 11.034 metros en su punto más profundo, conocido como el Abismo Challenger. Este entorno extremo, con presiones que superan las 1.000 atmósferas, temperaturas cercanas a los 0 ºC y completa oscuridad, alberga formas de vida fascinantes y adaptaciones únicas. La vida aquí desafía lo que entendemos como las condiciones necesarias para sobrevivir. A continuación, exploramos algunos de los animales más extraordinarios que habitan esta región abisal y las estrategias que emplean para sobrevivir.
Pez caracol de las Marianas (Pseudoliparis swirei)Anfípodos gigantesPez dragón abisal (Stomias boa)Pulpo Dumbo (Grimpoteuthis)Cangrejo yeti (Kiwa hirsuta)Holoturias (pepinos de mar)Medusas abisalesGusanos tubícolas gigantes (Riftia pachyptila)Tiburón anguila (Chlamydoselachus anguineus)Isópodos gigantes (Bathynomus giganteus)Adaptaciones extremas para un entorno extremoLa importancia de seguir explorandoLa Fosa de las Mariana y otras curiosidades
Pez caracol de las Marianas (Pseudoliparis swirei)
El pez caracol es uno de los vertebrados conocidos que vive a mayor profundidad. Detectado a unos 8.000 metros, este pez ha desarrollado un cuerpo gelatinoso y frágil que soporta las intensas presiones de las profundidades. Carece de estructuras óseas rígidas, lo que le permite adaptarse al ambiente. Además, su metabolismo está diseñado para optimizar la energía en un entorno donde los alimentos son escasos.
El pez caracol de las Marianas, con su cuerpo gelatinoso y adaptable, es uno de los vertebrados que habita a mayor profundidad en el océano
Anfípodos gigantes
Estos crustáceos pueden medir hasta 30 centímetros, una dimensión gigantesca en comparación con sus parientes de aguas menos profundas. Su gran tamaño es un ejemplo de gigantismo abisal. Les ayuda a almacenar energía en forma de grasa y a resistir largos periodos sin alimento. Se alimentan de restos orgánicos que descienden desde las capas superiores del océano.
Pez dragón abisal (Stomias boa)
El pez dragón abisal posee fotóforos, órganos que producen luz bioluminiscente, los cuales utiliza para atraer presas en la oscuridad. También es capaz de absorber longitudes de onda de luz específicas, lo que le da una ventaja para cazar. Su boca llena de dientes afilados le permite capturar y consumir presas más grandes.
Pulpo Dumbo (Grimpoteuthis)
Nombrado por las aletas similares a orejas que le dan un aspecto entrañable, el pulpo Dumbo vive a profundidades de hasta 4.000 metros. Este cefalópodo se mueve elegantemente utilizando sus «orejas» para impulsarse por el agua. Su dieta incluye pequeños crustáceos y gusanos que encuentra en el fondo marino.
El pulpo Dumbo, con sus aletas similares a orejas, es una de las criaturas más curiosas y elegantes de las profundidades, desplazándose con gracia por los oscuros fondos marinos
Cangrejo yeti (Kiwa hirsuta)
Descubierto relativamente hace poco, este cangrejo vive cerca de respiraderos hidrotermales, donde las temperaturas pueden variar de forma extrema. Posee pinzas cubiertas de una sustancia parecida a pelo que alberga bacterias simbióticas. Estas bacterias metabolizan compuestos químicos del entorno, proporcionando nutrientes al cangrejo.
Holoturias (pepinos de mar)
Las holoturias son comunes en las profundidades de la Fosa de las Marianas. Estas criaturas gelatinosas se arrastran por el lecho marino alimentándose de detritos orgánicos. Su sistema digestivo está especializado para extraer nutrientes de los restos orgánicos que llegan desde la superficie.
Medusas abisales
Las medusas que habitan en esta región tienen cuerpos translúcidos y, a menudo, bioluminiscentes. Esta adaptación no solo las hace menos visibles para los depredadores, sino que también les permite atraer presas. Algunas especies tienen tentáculos largos y delgados para capturar partículas alimenticias dispersas.
Gusanos tubícolas gigantes (Riftia pachyptila)
Estos gusanos viven cerca de respiraderos hidrotermales y alcanzan longitudes de hasta dos metros. Carecen de boca y sistema digestivo; en su lugar, dependen de una relación simbiótica con bacterias quimiosintéticas que convierten compuestos como el sulfuro de hidrógeno en energía.
Los gusanos tubícolas gigantes, que habitan cerca de respiraderos hidrotermales, sorprenden por su capacidad de sobrevivir sin boca ni sistema digestivo, gracias a una relación simbiótica con bacterias quimiosintéticas
Tiburón anguila (Chlamydoselachus anguineus)
Aunque no vive exclusivamente en la Fosa de las Marianas, este tiburón primitivo habita en aguas profundas y se encuentra ocasionalmente en la región. Su cuerpo alargado y flexible le permite nadar en un entorno de alta presión, y su dieta incluye calamares y otros peces de aguas profundas.
Isópodos gigantes (Bathynomus giganteus)
Parecidos a versiones enormes de los piojos de madera, los isópodos gigantes viven en el fondo del océano y se alimentan de restos orgánicos. Su metabolismo lento les permite sobrevivir largos periodos sin alimento, una adaptación vital en el entorno abisal.
Una característica especial del Bathynomus giganteus es su metabolismo extremadamente lento, que le permite conservar energía durante largos periodos de escasez de alimento
Adaptaciones extremas para un entorno extremo
La supervivencia en la Fosa de las Marianas depende de adaptaciones biológicas y fisiológicas sorprendentes:
Bioluminiscencia: utilizada para cazar, atraer parejas o distraer depredadores.
Flexibilidad corporal: permite soportar la presión extrema sin sufrir daños estructurales.
Metabolismo eficiente: optimiza el uso de energía en un entorno con escasez de alimentos.
Relaciones simbióticas: como las bacterias que proporcionan nutrientes a los gusanos tubícolas y a los cangrejos yeti.
La importancia de seguir explorando
A pesar de los avances tecnológicos, gran parte de la Fosa de las Marianas sigue siendo un misterio. Cada descubrimiento en este entorno extremo amplía nuestra comprensión de la biología, la adaptabilidad y la diversidad de la vida en la Tierra, inspirándonos a explorar más allá de los límites conocidos.
Explorar la Fosa de las Marianas es clave para descubrir nuevas formas de vida, entender los límites de la adaptación biológica y desentrañar los secretos más profundos de nuestro planeta
La Fosa de las Mariana y otras curiosidades
La Fosa de las Marianas es un recordatorio de cuánto nos queda por explorar en el planeta. Este lugar, que parece sacado de otro mundo, no solo alberga criaturas fascinantes, sino que también guarda secretos sobre el pasado y el futuro de nuestros océanos. ¿Sabías que las profundidades de los mares están conectadas por estructuras impresionantes como los 9 cables submarinos más largos del mundo? Estos cables son vitales para nuestra comunicación global, pero pocos conocen su verdadera importancia y magnitud.
Además, el océano sigue siendo hogar de gigantes sorprendentes, como los animales marinos más grandes del mundo. Sin embargo, muchos de ellos enfrentan amenazas crecientes, lo que nos lleva a preguntarnos qué está sucediendo con los animales marinos en peligro de extinción. Estas preguntas y curiosidades abren la puerta a un universo marino lleno de misterios por descubrir.
¿Dónde está la Fosa de las Marianas?
La Fosa de las Marianas se encuentra en el océano Pacífico occidental, al este de las islas Marianas, cerca de Guam. Es el punto más profundo conocido de la Tierra.
El artículo Qué animales viven en la Fosa de las Marianas y cómo pueden sobrevivir fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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