Por qué los seres humanos no tenemos huesos en el pene. Todo podría estar relacionado con las relaciones monógamas

Existe un hueso de la anatomía humana del que, seguramente, nunca habrás oído hablar. Su nombre es báculo y debería estar ubicado en el pene de los hombres de nuestra especie. Sin embargo, a diferencia de otros mamíferos y animales, este hueso fue eliminado de nuestra anatomía con el paso del tiempo y la propia evolución. Ahora, un grupo de científicos cree haber encontrado la explicación a su pérdida.

Explicación científica a la pérdida del hueso del pene en los seres humanos

Este báculo es definido, a menudo, como el hueso más diverso, dado que cuenta con tamaños y formas de lo más distinto entre las especies que aún lo conservan. Sin embargo, los seres humanos ya no lo tenemos dentro de nuestro organismo. ¿El motivo? Un artículo publicado en la revista científica Proceedings of the Royal Society B nos acerca una posible respuesta evolutiva.

La idea general que nos proponen los científicos encargados de esta investigación es que las relaciones monógamas fueron las causantes de su desaparición progresiva. Pero, permítenos que te lo expliquemos tranquilamente. Verás, este hueso del pene parece que hizo acto de presencia en algunas especies del planeta hace entre 145 y 95 millones de años y el motivo era claro: ayudar a mantener las poblaciones de esos animales a través de una incesante competencia sexual.

El propósito del báculo era apoyar la estructura del pene, con el fin de mantenerlo erguido durante el mayor tiempo posible. Es decir, conseguir mantener relaciones sexuales más prolongadas para acertar en la diana y fertilizar a la hembra elegida. Es aquí cuando entra el ser humano en la ecuación.

Hace alrededor de 2 millones de años, las relaciones monógamas se volvieron rutina entre nuestros ancestros, lo que hizo descender la intensidad de la competencia sexual, al no ser necesario tener un sexo que durase mucho tiempo. Es por ello que, debido a que no hacía falta mantener erecto el pene en períodos prolongados, este hueso fue perdiendo su propósito para, según los investigadores del University College London, acabar por desaparecer de nuestra anatomía.

Matilda Brindle, antropóloga de la institución británica, afirma que «el báculo juega un importante papel en el apoyo de las estrategias de reproducción de los machos en las especies en que los machos se enfrentan a altos niveles de competición postcopulatoria sexual». Además, el estudio también habla acerca del tamaño de este hueso en nuestros familiares primates.

Tanto chimpancés como bonobos aún poseen este báculo en su anatomía, aunque su tamaño es de alrededor de 6 milímetros, lo que resulta prácticamente insignificante. De hecho, se sabe que las relaciones sexuales de estos primates tienen una duración media de 7 segundos, en el caso de los chimpancés, y de 15 segundos en el caso de los bonobos. El coautor del artículo, Kit Opie, explica en el comunicado publicado en EurekAlert:

Después de que el linaje humano se separase de los chimpancés y bonobos y que nuestro sistema de apareamiento cambiase hacia la monogamia, probablemente ahce 2 millones de años, las presiones evolutivas de retención del báculo desaparecieron. Este prodría haber sido el clavo final en el ataúd de ya reducido báculo, que después fue perdido en los ancestros humanos.

El artículo Por qué los seres humanos no tenemos huesos en el pene. Todo podría estar relacionado con las relaciones monógamas fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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