Los peligros de los rituales religiosos para los ecosistemas marinos. Nuevas especies híbridas de peces amenazan a la fauna autóctona

La mayoría de hábitats naturales sobreviven en un fino equilibrio entre las especies que los componen. Esto sucede tanto en la superficie de la Tierra como en las profundidades de mares y océanos. A menudo, esta afirmación es complicada de entender, aunque, en este caso, queremos mostrarte un ejemplo realmente interesante de cómo la introducción de una nueva especie puede acabar alterando para siempre un ecosistema marino en Asia.

Peces modificados: virtudes y peligros para el ecosistema marino

El mero, perteneciente al género Epinephelinae, es un pez con un cuerpo robusto y ojos saltones, que, además, cuenta con una gran mandíbula. Se han llegado a observar meros de hasta un metro de longitud y 40 kilogramos de peso, aunque este dato no parece ser suficiente en algunas regiones asiáticas, donde el pescado ha sido sometido a una modificación genética que empieza a traer consecuencias imprevistas.

En estos momentos, el mero de Sabah, también conocido como TGGG, es una especie híbrida que ha unido a dos especies de este animal, la Epinephelus fuscoguttatus y la Epinephelus lanceolatus. Este nuevo animal es cada vez más frecuente en mercados de pescado y marisco de Hong Kong, dado que alcanzan tamaños realmente excepcionales. Sin embargo, una práctica, en principio bondadosa, parece estar poniendo en jaque a muchas especies de la costa del territorio autónomo.

Un reciente estudio publicado en la revista científica Reviews in Fish Biology and Fisheries, ha puesto sobre la mesa el impacto de la liberación de estos animales en la naturaleza, debido a prácticas que tienen que ver con la religión budista y taoísta. Los investigadores de la Universidad de Hong Kong han analizado el material genético del interior de los estómagos de estos meros de Sabah para toparse con una inquietante sorpresa.

Se ha podido demostrar que estos peces se están alimentando de especies sobre las que sus congéneres no son depredadores, incluyendo crustáceos y calamares. Además, parece que estamos ante una especie que va más allá de un gran tamaño y que también añade una resiliencia mucho mayor y una falta de depredadores, que lo convierten en un superdepredador.

La profesora Celia Schunter, investigadora principal del estudio y profesora asistente de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Hong Kong, asegura en un comunicado de la propia entidad:

Nuestros hallazagos demuestran que el TGGG no es solo otra especie introducida, sino que tiene el potencial de interrumpir de manera significativa las dinámicas trópicas y de remodelar los ecosistemas de la costa.

Esta no es la primera vez que una especie híbrida amenaza a la fauna local, dado que esto ya había sucedido anteriormente en Florida con la pitón híbrida, tal y como confirmó en su momento el Servicio Geológico de Estados Unidos. Esta es una interesante advertencia de la naturaleza, acerca de la intervención humana en su desarrollo. El doctor Arthur Chung, coautor del estudio, asegura:

Este estudio subraya la necesidad de monitorización y gestión con precaución para mitigar los impactos no intencionados de las actividades humanas en la biodiversidad.

El artículo Los peligros de los rituales religiosos para los ecosistemas marinos. Nuevas especies híbridas de peces amenazan a la fauna autóctona fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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