Al igual que ocurre cuando cumplimos años con una cifra redonda, las famosas crisis de los 30, 40 y demás, hay kilometrajes que asustan a más de un comprador de vehículos de segunda mano. Y es que, si ya hay personas que no estarían dispuestas a comprar un coche con 100.000, mucho menos va a ser el porcentaje que va a reunir el valor suficiente para adquirir un coche con el doble.
Vayamos un poco al grano. ¿Puede merecer la pena comprar un coche con 200.000 o más kilómetros? Pues sí. ¿Significa eso que debas hacerlo? Depende completamente de una gran cantidad de factores. Hay vehículos que con esos kilómetros van a estar para el desguace. Y otros, como quien dice, van a estar en rodaje.
En este artículo vamos a explicarte qué coches pueden ser aptos para la compra con ese kilometraje y cuáles no. Además, te vamos a dejar unos consejos para que puedas llegar a descartar vehículos que se te pueden convertir en una fuente ilimitada de problemas.
- ¿Tiene sentido comprar un coche con más de 200.000 kilómetros?
- Coches que NO deberías comprar con más de 200.000 kilómetros
- Coches aptos que puedes comprar con más de 200.000 kilómetros
- ¿Compramos o no compramos un coche con 200.000 kilómetros? Conclusiones
¿Tiene sentido comprar un coche con más de 200.000 kilómetros?
La pregunta no es esa. Lo que tienes que plantear es qué vida útil le queda a ese coche que tiene más de 200.000 kilómetros y si compensa el dinero que vamos a pagar por él. Tan sencillo como eso. Tampoco te debes poner barreras mentales con cifras redondas. Da igual que el vehículo tenga 200.000, 300.000 o 400.000 kilómetros. ¿Le queda viva por delante a ese coche o me voy a comprar la patata caliente?
Pues bien, con esta pregunta sobre la mesa, lo que tienes que hacer es investigar. Debes informarte acerca de la vida útil media que tiene ese coche que tienes en mente. Aunque lo ideal es hacer este proceso antes de elegir un coche concreto. Teniendo más o menos en mente la categoría de vehículo que queremos comprar, nos informaremos sobre la durabilidad de los motores y las principales averías que son más comunes en cada caso.
Coches que NO deberías comprar con más de 200.000 kilómetros
Hay una serie de casos en los que entrar a valorar ni siquiera merece la pena. Hay vehículos que con 200.000 kilómetros, rara vez nos van a salir rentables. Para evitar que pierdas el tiempo con ellos, vamos a empezar por aquí:
Utilitarios y coches de ciudad
Los coches pequeños no están diseñados para hacer grandes kilometrajes. Equipan normalmente motores de gasolina de baja cilindrada que están optimizados para moverse a velocidades de ciudad. Hablamos del típico motor 1.0 atmosférico que llevaría un Fiat 500 de hace unos años o un Toyota Aygo.
Cuando un coche de estas características ha alcanzado este kilometraje, hay dos opciones: o ha hecho mucha carretera, o tiene muchos años. Que se haya movido mucho en carretera no es bueno en este caso, ya que estos motores necesitan ir muy altos de vueltas para circular a 100 o 120 kilómetros por hora. Eso significa más desgaste, por lo que estamos comprando un coche que puede estar bien, pero con mucho desgaste en el propulsor.
Por cierto, muchos de los puntos que vamos a tocar en este artículo ya los desarrollamos con todo lujo de detalles en la entrada sobre cuántos kilómetros se consideran muchos en un coche. Es un artículo en el que nos centramos mucho más en la mecánica y que te recomendamos leer para complementar a este.
Coches con mal historial de mantenimiento
Esto se aplica a coches con 200.000 y también a los que tienen 30.000 kilómetros. Un automóvil que se ha movido con aceite viejo, que tiene óxido o que tiene la correa de distribución hecha trizas, nos está diciendo en voz baja al oído que prefiere retirarse en Desguaces La Torre antes que aumentar su agonía unos años más. Debes descartar automáticamente cualquier automóvil que haya tenido malos o inexistentes mantenimientos.
Da igual que estés mirando un modelo de Mercedes-Benz capaz de hacer medio millón de kilómetros con el mismo propulsor. Si el coche ha sido maltratado, búscate otra unidad.
Vehículos sobrepreciados
Da igual el modelo que mires. Casi siempre vas a encontrar al mismo precio dos unidades con una diferencia bastante grande de kilómetros.
En estos casos, no te conformes con el pájaro en mano. Revisa unas pocas unidades y, a ser posible, evita el de mayor kilometraje si ves que no está en mejor estado que otro con menos uso.
Coches con múltiples propietarios
Te hemos contado muchas veces que, antes de ir a ver un coche, es imprescindible sacarle un informe. Da igual que sea el de la DGT o un Carfax. Lo importante es obtener información imparcial acerca de la unidad.
Pues bien, hay casos en los que sacamos el informe y descubrimos que el coche ha tenido más novias que Leonardo DiCaprio. ¿15 propietarios en 9 años? Si no estás ante el típico deportivo de disfrutar y vender, hay algo raro en ese vehículo y no quieres ser tú quien lo descubra los próximos meses. El dato de los kilómetros pasará a irse a un segundo plano en este escenario.
Coches con poco mercado
Un coche con 200.000 kilómetros comienza ya a tener una “edad” considerable. La probabilidad de que aparezcan averías de aquí en adelante va a ir en aumento. Y claro, no quieres ser tú el que tenga que comprar piezas de un coche cuyo modelo se vendió poco. O peor aún, un coche de una marca que quebró, como es el caso de Rover o Saab.
Independientemente de que la marca y modelo que estás mirando tengan calidad suficiente para seguir haciendo kilómetros sin problema, tener acceso a los repuestos también va a ser clave. Y aquí vas a tener un problema, especialmente en coches demasiado exóticos o de importación.
Tecnologías a evitar
Por último, en este bloque, hay coches que sí pasarían el corte, pero hay que estar atentos a lo que compramos.
- Cajas automáticas de doble embrague: las transmisiones de este tipo son fantásticas. Sin embargo, tienen un problema, y es que casi nadie las mantiene bien. Hay coches con motores que pueden durar décadas, pero si tienen una caja de estas en mal estado, la reparación será tan cara que acabarás mandando el coche al desguace. Una transmisión manual siempre va a ser una mejor compra, precisamente porque va a ser muchísimo más barata de reparar si se estropea.
- Turbos con geometría variable: si estás dispuesto a pagar la reparación más adelante, procede. Pero si no quieres gastar mucho dinero en reparaciones, pasapalabra.
- Suspensiones neumáticas: otro clásico de los coches de lujo. Estas suspensiones son una maravilla. Cuando funcionan, claro. Porque cuando fallan, casi todo el mundo acaba haciendo lo mismo, y es mandar el coche al desguace. Son muy caras de reparar. Por tanto, puestos a comprar un coche muy usado, mejor una suspensión incómoda que una problemática.
Coches aptos que puedes comprar con más de 200.000 kilómetros
Ahora que ya sabemos las manos que tenemos que descartar, vamos a hablar de las cartas fuertes. ¿Qué tipo de automóviles sí son aptos para comprar aunque estén altos de kilometraje? Pues son, en líneas generales, los siguientes:
Vehículos de trabajo
Los fabricantes de vehículos no se la juegan con sus vehículos comerciales. Suelen ponerles sus mejores motores e incluso los capan de potencia para que duren lo máximo posible. Menos potencia, menos rozamiento, más durabilidad.
Casi cualquier furgoneta del mercado con motor diésel y un historial decente puede durar más de 200.000 kilómetros. Incluso la típica Kangoo con un motor 1.5 de 70 CV. Son vehículos hechos para durar. Lo único que tienes que mirar bien es el historial de mantenimiento y revisar bien la mecánica.
Monovolúmenes grandes
La filosofía de estos automóviles es casi idéntica a la que acabamos de mencionar. Si bien es cierto que estos vehículos ya no están muy de moda, son, con diferencia, los que pueden ofrecer mayor durabilidad por cada euro invertido, aunque los compremos pasados de kilómetros. Eso sí, siempre y cuando cumplan los requisitos mecánicos y de historial de mantenimiento.
Berlinas grandes
Las berlinas y, en especial, las de los segmentos D y E, suelen tener motores bastante potentes. Esto ocurre tanto en coches diésel como gasolina. Sin embargo, los motores diésel son más interesantes en este caso, ya que tienen mayor durabilidad.
Por norma general, las berlinas y “coupés de 4 puertas” van a tener motores que fácilmente van a sobrepasar los 200.000 kilómetros. Automóviles de Audi o Mercedes-Benz, por poner dos marcas emblemáticas, van a cumplir perfectamente esos requisitos.
Sin embargo, tampoco es necesario irse a marcas premium. Muchas otras marcas generalistas tienen también motorizaciones diésel y gasolina en sus berlinas capaces de hacer 400.000 o más kilómetros. Es cuestión de investigar.
Vehículos con cilindradas generosas
Incluimos aquí tanto vehículos tipo SUV como deportivos. Como acabamos de ver en el apartado anterior, los motores grandes pueden durar bastantes kilómetros, aunque requieren un mantenimiento más exhaustivo.
Que un coche tenga un V6 o un V8 no es sinónimo de que vaya a durar. Pero, en términos generales, son propulsores que deberían tener una vida útil más larga que otros propulsores más pequeños. La balanza se inclinará más hacia la compra si el vehículo no dispone de otras tecnologías que añadan complejidad al conjunto, como turbo o sistemas anticontaminación modernos.
Todoterrenos y pickups con historia
Un todoterreno que puede moverse por un desierto o por un camino escarpado de lodo no se va a sentir intimidado por tener unos cuantos kilómetros de más. Hay fabricantes que han sentido verdadera obsesión por hacer vehículos duraderos de esta categoría.
La que a todos se nos viene a la cabeza cuando pensamos en un vehículo todoterreno indestructible es Toyota. Tanto su Land Cruiser como la Hilux son dos vehículos que han demostrado a lo largo de sus generaciones que no solo pueden hacer kilómetros, sino que, para más inri, pueden hacerlos en las situaciones más complicadas posibles. Por supuesto, no es la única marca. Jeep, Land Rover o Mitsubishi también han llegado a destacar en esto mismo.
¿Compramos o no compramos un coche con 200.000 kilómetros? Conclusiones
Los kilómetros son como la edad de un coche, eso lo tenemos todos muy claro. Pero hay gente que con 40 años está para el arrastre y otros que con 80 pueden correr maratones. Cada coche es un mundo. La forma en la que han sido tratados influye directamente en la vida útil que le pueda quedar por delante.
Aunque en el título te he dicho que te iba a explicar los casos en los que puedes arriesgaste, debo reconocer que no me termina de gustar eso de analizar la compra como si fuera una tirada en la ruleta. La idea es que pagues solamente si estás convencido de que la vida que le queda al coche por delante vale lo que te están pidiendo por él. Si el vehículo está bien y no nos están pidiendo demasiado dinero, lo más probable es que juegues bien las cartas.
Un escenario equilibrado puede ser beneficioso para ambas partes, vendedor y comprador. Pero, si en tus cálculos te sale que la operación tiene más riesgos que beneficio, mejor olvídate y busca otra unidad que tenga menor kilometraje o un precio más atractivo. Y, como decíamos más arriba, esta forma de pensar es la que deberías aplicar para cualquier vehículo usado, tenga el kilometraje que tenga.
Ahora que hemos llegado al final, te recomendamos también que leas este otro artículo sobre cómo evitar estafas al comprar un coche de segunda mano. Porque sí, hemos hablado de coches con 200.000 kilómetros. Pero… ¿Y si el coche marca 200.000, pero en realidad tiene el doble y ha sido manipulado?
El artículo ¿Merece la pena comprar un coche con 200.000 kilómetros? En qué casos sí puedes arriesgarte fue publicado originalmente en Urban Tecno.
Dejar una contestacion