A nadie le sorprende establecer una lógica conexión entre las armas y Estados Unidos. Sin embargo, a pesar de que se encuentran reguladas, existen mercados negros en los que todo tipo de pistolas, cuchillos u otro tipo de herramientas creadas con intención de hacer daño están al alcance de quien quiere protegerse o busca tomarse la justicia por su mano. Sin embargo, de entre todas las armas que pueden comprarse, ¿te has preguntado alguna vez qué es eso de las armas fantasma?
La era de las armas fantasma
El mundo actual es intrínsecamente tecnológico. Da igual en qué sector nos situemos, que la tecnología y la innovación acabarán arrasando con todo y otorgarán nuevas perspectivas a sus empresas y clientes. Imaginamos que conoces la existencia de las impresoras 3D, ¿verdad? Estos aparatos son capaces de crear un sinfín de productos, la imaginación es el único límite, y también, como no podía ser de otra manera, armas.
Son, generalmente, esas pistolas creadas mediante impresión 3D las que se califican como armas fantasma. Y el concepto fantasmal es otorgado por lo complicado que es seguir su rastro, ya no solo en cuanto a su fabricación, sino a su distribución. Estamos hablando de armas que no cuentan con números de serie, que no están registradas en ningún tipo de documento y que, además, los escáneres modernos no pueden detectarlas, debido a que su composición principal es a base de polímeros.
En sus inicios, estas armas no suponían ningún riesgo para la población. El ejemplo más claro es la primera pistola impresa en 3D y distribuida de manera digital, que fue denominada Liberator. Esta fue una creación de la compañía Defense Distributed, que dejó el día 6 de mayo de 2013 su diseño para que más de 100.000 personas lo descargasen durante dos días, hasta que el Departamento de Estado de Estados Unidos provocó su retirada online. En estos momentos, los planos originales pueden ser encontrados, por ejemplo, en el repositorio GitHub.
No temas. Ponemos ese enlace, debido a que la Liberator, a pesar de ser un arma que podía ser impresa en 3D, estaba lejos de ser una amenaza para la población. Tal y como se aseguraba en el medio The Register, esta arma no podía ser calificada de tal manera, al menos no mucho más que cualquier otra creación realizada a base de tecnología de impresión 3D. El artículo asegura que las balas que podrían dispararse con la Liberator «podrían ir a cualquier lugar, aunque no muy lejos y no es muy probable que hiciesen mucho daño a cualquier cosa que acertase».
Desde entonces, las armas fantasma, por desgracia, han ido mejorando en materiales y prestaciones, convirtiéndolas en la actualidad en armas a las que sí que hay que temer, sobre todo en Estados Unidos. Un ejemplo de reciente actualidad podría ser el del Luigi Nicholas Mangione, acusado del asesinato del CEO de United Healthcare, Brian Thompson, que parece que podría haber utilizado una pistola y un silenciador creados mediante impresión 3D para su crimen.
Y la espiral de violencia parece que no tiene fin. Según un reciente informe de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos, se ha incrementado en un 1600% el uso de armas fantasma en crímenes entre 2017 y 2023 y en un 784% la incautación de conversores de ametralladoras creados en 3D, entre 2019 y 2023. Estados Unidos tiene un serio problema con las armas desde hace décadas y ahora la tecnología, muy mal utilizada, parece que añade un nuevo eslabón a la cadena de violencia.
El artículo Qué son las «pistolas fantasmas» que se venden en Estados Unidos. Cada vez se utilizan más y son un grave problema fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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