El telescopio James Webb vuelve a dejar atónita a la comunidad científica. Gracias al primer conjunto de datos que ha sido publicado por la NASA, un equipo internacional de científicos cree haber descubierto unos sorprendentes objetos: parecen simples puntos rojos, pero podrían esconder galaxias tan antiguas, que casi se acercan al Big Bang. Seis galaxias. Seis misterios por resolver.
Galaxias extraordinariamente compactas en el universo
Tras la publicación de un artículo en la revista científica Nature, hemos conocido como expertos de diferentes instituciones alrededor del mundo creen haber descubierto la presencia de seis galaxias masivas en el universo primigenio, es decir, entre 500 y 700 millones de años después del Big Bang o, lo que es lo mismo, cuando el universo tenía solamente un 3% de su edad actual. Gracias al telescopio James Webb, estos astrónomos han podido viajar unos 13.500 millones de años atrás en el tiempo para observar el antiguo cosmos.
Joel Leja, profesor de astronomía y astrofísica de la Universidad Estatal de Pensilvania, ha asegurado, en un comunicado publicado en la página web de la institución, que «estos objetos son mucho más masivos de lo que cualquiera habría esperado». Además, asegura que esperaban toparse con pequeñas galaxias, pero que descubrieron «galaxias tan maduras como la nuestra en lo que anteriormente se creía que era el amanecer del universo».
La detección de estas galaxias ha sido posible gracias a los instrumentos que captan las ondas de luz infrarrojas que emiten las estrellas y galaxias más antiguas. Eso sí, el propio científico afirma que aunque los datos indican que es probable que sean galaxias, también existe «la posibilidad real de que algunos de estos objetos acaben siendo agujeros negros supermasivos oscurecidos«. Sea de la manera que sea, Joel Leja aclara:
La cantidad de masa que descubrimos signfica que la masa conocida de estrellas en este período de nuestro universo es unas 100 veces superior de lo que pensábamos. Incluso si costamos la muestra a la mitad, este es aún un cambio asombroso.
El mencionado artículo publicado por el equipo internacional de científicos presenta suficientes evidencias que demuestran que las seis galaxias son mucho más masivas de lo esperado, algo que empieza a poner patas arriba los conceptos previamente conocidos acerca de la formación de galaxias en el universo primigenio. De manera informal, los científicos han calificado a los objetos descubiertos como disyuntores del universo, dado que parecen contradecir el 99% de los modelos cosmológicos.
Joel Leja afirma que cuando empezaron a sumergirse en los datos del James Webb, empezaron a crear modelos para desentrañar la naturaleza de los extraños objetos, dado que eran muy brillantes y grandes. La primera idea que le vino a la mente es que habían cometido algún tipo de error, que, incluso hoy en día, continúan buscando desesperadamente para no tener que constatar una intrigante realidad: están ante galaxias que no entran dentro de los modelos cosmológicos que se conocían hasta la fecha.
Para salir de dudas definitivamente, el profesor de la Universidad Estatal de Pensilvania aclara que habría que obtener una imagen de diferentes bandas del espectro electromagnético, con el fin de comprobar las distancias, los gases y otros elementos que conforman estas supuestas galaxias masivas y antiguas. Además, Joel asegura:
Lo es gracioso es que tenemos todas estas cosas que esperábamos aprender del James Webb y esto no estaba ni tan siquiera cerca de la parte superior de la lista. Hemos encontrado algo que nunca pensamos preguntar al universo y ha sucedido mucho más rápido de lo que pensábamos, pero aquí estamos.
El artículo Las observaciones de pequeños puntos rojos cada vez son más extrañas. Los astrónomos creen que estamos «a punto de aprender algo nuevo» fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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