Amazon y el ojo que todo lo ve

IMAGE: Grok

Esto es gravísimo, y desgraciadamente, cada vez más omnipresente: Amazon acaba de ser denunciada por un grupo de ciudadanos, en una class action o demanda colectiva, Kolotinsky v. Amazon.com, por espiar deliberada e intencionadamente a millones de usuarios a través de un componente de un kit de desarrollo de software (SDK) facilitado a decenas de miles de desarrolladores de aplicaciones de todo tipo, Amazon Ads SDK, en el que se incluía un componente que facilita a la compañía una puerta trasera para obtener datos de geolocalización con sus correspondientes datos de fechas y horas.

Esto ha permitido a la compañía recopilar una ingente cantidad de datos sobre dónde viven, dónde trabajan, dónde compran o qué sitios visitan los consumidores sin ningún tipo de consentimiento, lo que obviamente es susceptible de revelar todo tipo de información confidencial, desde afiliaciones religiosas a orientaciones sexuales o problemas de salud, que la compañía no ha tenido ningún problema en utilizar y, además, comercializar.

El nivel de espionaje al que los usuarios hemos sido sometidos es absolutamente demencial. Que todos los datos sobre tu intimidad, tu vida, tus desplazamientos y tus hábitos sean recogidos sistemáticamente y vendidos sin tu consentimiento es completamente inaceptable, por mucho que pretendan refugiarse en que supuestamente dijiste que sí al instalarte una app sin leer sus términos de servicio. Un comportamiento así no puede ser de ninguna manera legal, nos pongamos como nos pongamos, y tiene que llevar a una gran sanción para la compañía y a la obligación no solo de borrar todos esos datos, sino también de indemnizar de manera significativa a los usuarios afectados.

Es verdaderamente difícil rastrear todas las aplicaciones que pueden en algún momento haber incluido el SDK de Amazon, pero es evidente que son muchas, muchísimas, porque ofrece a los desarrolladores una forma de monetizar cuando sus usuarios gratuitos simplemente reciben anuncios en una zona de la app, un comportamiento al que estamos completamente acostumbrados. De recibir un anuncio, a tener que plantearte que, además, ese anuncio está sirviendo para enviar tu geolocalización a cada paso que das a un complejo industrial que se dedica a comercializarlo y a tratar de exprimirlo para averiguar todos tus hábitos es, simplemente, asqueroso. No hay otra palabra.

La era en que vivimos deja una cosa muy clara: todo proveedor de productos o servicios va a intentar recopilar cuantos más datos sea posible sobre sus usuarios o incluso sobre los que no lo son, y va a intentar utilizar esa información obtenida sin consentimiento para todo tipo de operaciones que le puedan ofrecer una ganancia. Eso es algo que, sea como sea, debemos detener e impedir, porque es completamente inaceptable.

Estoy completamente seguro de que ese comportamiento de Amazon ha sido llevado a cabo no solo en los Estados Unidos, y que del mismo modo que ha sido denunciado allí, debe serlo en todo el resto de jurisdicciones. Y esas demandas no deberían poder ser, en ningún caso, desestimadas, porque la realidad es que esos usuarios nunca consintieron a ese robo y comercialización de una información privada y potencialmente muy sensible. Esperemos que la justicia siga su curso y que Amazon se vea obligada a indemnizarnos a todos por haber ideado y puesto en práctica una aberración semejante.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*