Estados Unidos se deshace de su último portaaviones no nuclear. Este gigante de titanio pronto será desguazado

Una de las consecuencias más importantes de la Segunda Guerra Mundial en el mar fue que los enormes acorazados quedaron relegados a un segundo plano tras la emersión de los portaaviones. Estas moles de titanio eran capaces de transportar aeronaves en su cubierta y podían golpear a las armadas enemigas a mucha distancia. Ahora la vida de uno de estos míticos buques llega a su fin. El USS John F. Kennedy (CV-67) va a ser desguazado muy pronto.

En 1968 el mundo estaba en plena Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. La fabricación de armas estaba en auge en todas las áreas, incluida la naval. Ese año la US Navy, el organismo encargado de la vigilancia de los mares de Estados Unidos, recibió un nuevo buque: el portaaviones John F. Kennedy (CV-67). El navío llevaba el nombre del 35º presidente del país, John F. Kennedy que había sido asesinado en Dallas en noviembre de 1963.

La US Navy dice adiós a uno de sus navíos más míticos

El USS John F. Kennedy estaba preparado para la guerra antisubmarina, tenía 60.000 toneladas de desplazamiento y una carga plena de 82.000. Por otro lado la eslora medía 320 metros y una línea de flotación de 300. En cuanto a la manga medía 76 metros y 50 en la línea de flotación. El armamento ofensivo estaba limitado a dos plataformas de misiles Sea Sparrow y dos plataformas de lanzamiento de Rolling. Aun así su punto fuerte, por supuesto, fue la capacidad de transportar docenas de aviones de combate.

Otra de las características más destacables fue su medio de propulsión. Este estaba basado en ocho calderas que transmitían vapor a las hélices para mover el buque. Estas eran capaces de transmitir una potencia que daba una velocidad de 62 kilómetros por hora. De esta manera, el USS John F. Kennedy fue el último portaaviones de propulsión convencional que se incorporó a la US Navy, ya que la armada estadounidense incorporó a sus flotas portaaviones que funcionaban gracias a la energía nuclear.

Tras los 39 años de servicio en la US Navy, en 2009 se anunció su retiro oficial con una simbólica ceremonia. Ahora bien, este navío ya tiene reemplazo, puesto que su hermano modernizado el USS John F. Kennedy (CVN-79) fue botado en 2019 y tiene integrado un sistema de propulsión nuclear.

Desde su retirada de la armada el USS John F. Kennedy ha estado varado de aquí para allá esperando a que pudiera ser desguazado. Este proceso ha empezado ya y tendrá un coste de 1.500 millones de dólares. Al fin y al cabo, sus 60.000 toneladas de materias primas utilizadas para su construcción deben reciclarse y recuperarse en la mayor medida. No sabemos cuánto tardará, pero ya la construcción lleva año. Solo hay que ver el único portaaviones que tiene Rusia.

En la actualidad los portaaviones están en su máximo esplendor, aunque parece que esto va acabar en un corto periodo de tiempo. O al menos así lo parece. No hace mucho se anunció que los portaaviones estadounidenses recibirían una actualización importante para enfrentarse a los drones. Ahora bien, el nuevo misil hipersónico ruso parece quedar en entredicho el poder de estos navío a medio plazo.

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