Un grupo de astrónomos acaba de descubrir una supertierra que podría albergar vida. Ninguno de ellos trabaja para la NASA

Si queremos ahondar en la existencia de vida más allá de la Tierra, tenemos que centrarnos en observar aquellos sistemas estelares con estrellas y planetas que tengan condiciones similares a los que conocemos en el sistema solar. Ahora, un equipo internacional de científicos han descubierto un planeta que orbita la zona de habitabilidad de su estrella, que resulta ser similar al Sol, y que podría ayudarnos a comprender mejor cómo la vida se abre paso en el cosmos.

La supertierra que orbita la estrella HD 20794

Gracias al estudio publicado en la revista científica Astronomy & Astrophysics sabemos que la estrella HD 20794 tiene una masa inferior a nuestro Sol y que se encuentra a una distancia de 20 años luz. El planeta que la orbita es el tercer que descubrimos en dicho sistema estelar y ha sido denominado como HD 20794 d. Sabemos que tiene seis veces la masa de la Tierra y que tarda 647 días en girar alrededor de su estrella.

Evidentemente, se encuentra en la zona de habitabilidad, es decir, a una distancia que permite mantener agua líquida en la superficie. Nicola Nari, autor principal de la investigación, ha asegurado en la página web del Instituto de Astrofísica de Canarias que «este es el tipo de planeta perfecto para la caracterización de atmósferas de planetas terrestres con instrumentos y misiones de próxima generación».

Por su parte, Alejandro Suárez Mascareño afirma que «apenas conocemos planetas similares”, añadiendo que “seguramente sea uno de los primeros que podamos estudiar». Para el descubrimiento de HD 20794 d se han utilizado los datos obtenidos por los espectrógrafos ESPRESSO y HARPS, instalados en el Observatorio Europeo Austral de Chile. Estos instrumentos sirven para medir las variaciones en la velocidad de las estrellas, que suele asociarse con la atracción gravitacional de los planetas.

Michael Cretignier, coautor del estudio, ha asegurado que «trabajamos en el análisis de los datos durante años, analizando y eliminando poco a poco todas las posibles fuentes de contaminación». En el año 2022, una señal candidata fue identificada, que acabó por ser confirmada con una detección hace apenas unos meses. Aún no podemos afirmar que estamos ante un exoplaneta donde la vida está, o ha estado, presente, pero sí nos sirve para indagar más acerca de estos mundos.

Alejandro Suárez Mascareño, coautor del estudio, asegura que «HD 20794 d no es un segundo hogar para la humanidad, pero su posición y peculiar órbita nos dan una oportunidad única para estudiar cómo varían las condiciones de habitabilidad a lo largo del tiempo y cómo estas variaciones pueden influir en la evolución de la atmósfera del planeta». El ser humano continuará observando el cosmos, mientras este le sostiene la mirada y le muestra un universo plagado de posibilidades y, quién sabe, si también de vida.

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