
Hace algunos años, cuando la película Dune regresó a las salas de cine, después de la adaptación de David Lynch de 1984 y de la publicación de la novela original de Frank Herbert en 1965, pudimos ser testigos de una guerra cósmica, donde un sistema feudal de casas nobles permite gobernar la galaxia. Sin embargo, la película también sirvió de inspiración para la comunidad científica a la hora de intentar explicar la posibilidad de que exista un animal como el colosal gusano de arena de Arrakis.
De la imaginación de Frank Herbert a la fauna del planeta Tierra
Michael S. Werner, profesor de la Universidad de Utah, redactó hace tiempo un breve artículo en el que pretendía arrojar algo de ciencia a la ficción mostrada en la gran pantalla por el talentoso director Denis Villeneuve. Lo más destacado, si hablamos de biología, en el libro original es el excepcional tamaño de los gusanos de arena, que pueden llegar a alcanzar hasta 400 metros de longitud.
Date cuenta de que su tamaño es algo nunca antes visto por el ser humano. En la época de los dinosaurios, el ejemplar más grande podía medir hasta 40 metros de altura, con lo que hablamos de diez veces el tamaño de la criatura más grande que jamás haya pisado la Tierra. Sin embargo, desde el punto de vista científico, ese tamaño es muy improbable, tal y como asegura el profesor Werner en el artículo publicado en la página web de la Universidad de Utah.
Existen varios problemas que hacen imposible la existencia de un gusano de ese tamaño. En primer lugar, dado que los gusanos no tienen pulmones y que respiran a través de su piel, a medida que aumenta su tamaño es más complicado obtener y distribuir el oxígeno por todo el cuerpo. Pero bueno, como hablamos de ciencia ficción, quizás estemos ante una evolución de estos animales.
Sin embargo, el tamaño y la masa no mienten en nuestra realidad. Si un cuerpo doble su tamaño, su masa se incrementaría por un factor de ocho. Imagínate, por tanto, la masa que tendría que arrastrar este animal para poder moverse. Dado que en la descripción del animal parece que estamos ante un monstruo similar a un nematodo terrestre, y que estos son invertebrados, la falta de esqueleto es aún un impedimento más grande para el movimiento de estos seres que se ocultan en las arenas de Arrakis.
No parece que tengamos la ciencia de lado por el momento. Aunque, espera. ¿Qué me dices del comportamiento predatorio y de esos increíbles dientes del gusano de arena que aparece en Dune? En este caso, el profesor Werner afirma que algunos nematodos poseen estructuras similares a dientes y son capaces de atacar a otras especies, plantas o a hongos. Y por último, ¿qué tendrá de cierto la secreción de esa especia fundamental para viajar en el espacio?
Bueno, el ingrediente para los viajes interestelares no se encuentra en la Tierra y es creado por gusanos, aunque sí es verdad que estos animales son capaces de exudar lo que se conoce como ascarósidos, es decir, feromonas químicas que pueden extender su ciclo vital, atraer a otros gusanos o alimentar a otros miembros de su especie. Como ya habrás comprobado, existe mucha ciencia en la ficción de Frank Herbert.
El artículo Fue la mejor película de ciencia ficción de 2024, pero lo más curioso es que uno de sus animales podría ser real fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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