
Es posible que la transmisión manual tenga los días contados en Europa. De toda la vida, en el Viejo Continente hemos utilizado vehículos con palanca de cambio. Sin embargo, la tendencia a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono nos está acercando en los últimos años a Estados Unidos, donde tradicionalmente se han comercializado automóviles con cambio automático.
El debate entre la transmisión manual o la automática ha existido durante décadas. De hecho, las posiciones alrededor de este tema suelen estar bastante radicalizadas. La persona a la que le gusta conducir no solo no le importa tener que hacer el juego de embrague y palanca, sino que disfruta de ello. Por otro lado, está el conductor acostumbrado al cambio automático. Normalmente, este perfil no piensa volver jamás a pisar un embrague.
Ahora bien, ¿qué es mejor? ¿Cuál es más fiable? Pues todo depende del tipo de conductor que seas, las manías que tengas al volante, el uso que vayas a dar al vehículo y, sobre todo, el tipo de cambio automático del que estemos hablando. Puede parecer una tontería, pero hay varios tipos y no todos rinden igual ni son tan fiables.
- ¿Qué tipos de transmisión existen en los coches actuales?
- Cambio manual vs. automático. Fiabilidad
- Conclusiones
¿Qué tipos de transmisión existen en los coches actuales?
Como veníamos diciendo, antes de ponernos a hacer comparaciones, hay que comprender las diferencias que existen entre un cambio manual y los distintos tipos de transmisiones automáticas que hay en el mercado. En este caso, nos hemos quedado con las tres tecnologías automáticas más usadas en la actualidad, pues hay muchas más que se han quedado obsoletas y apenas se usan en vehículos modernos.
Manual

Hasta hace poco, lo normal en España era tener un coche manual
Podríamos decir que es el sistema más sencillo, mecánicamente hablando. El sistema nos permite a nosotros como conductores accionar el embrague para desconectar la transmisión del motor y cambiar de marcha a través de la palanca selectora.
La mayoría de las cajas manuales suelen ser de 5 o 6 marchas, además de la marcha atrás. Las cajas relativamente modernas suelen venir sincronizadas, con un sistema que permite que la transición entre marcha y marcha se haga de forma suave y sin necesidad de recurrir a otras técnicas. No obstante, ya te contamos cómo se hace el doble embrague y en qué casos interesa ponerlo en práctica.
Para un conductor con cierta experiencia, llevar un coche de este tipo no tiene mucho misterio. El cambio manual permite acortar o alargar las marchas en función de nuestro criterio. Esto no ocurre con los coches automáticos, en los que se va a incrementar o reducir la velocidad en base principalmente a algoritmos. No obstante, este es el punto fuerte y también el débil de esta transmisión. Si no aprendemos a cambiar como es debido, no vamos a tener el rendimiento deseado en cada momento:.
- Si alargamos mucho las marchas, gastaremos mucho combustible, haciendo una conducción poco eficiente, ruidosa y con más desgaste para el motor.
- Lo contrario tampoco es óptimo. Acortar demasiado e ir con una marcha demasiado larga puede provocar una conducción con vibraciones, y sin una buena respuesta del acelerador.
- Sin embargo, lo más temido de la conducción manual es el calado. Si bien es cierto que tampoco es un drama calar el coche de vez en cuando, hay conductores que prefieren un coche automático sencillamente porque calar el vehículo les da verdadero pavor. Y, como decimos, con la práctica, se consigue superar por puro efecto de la memoria muscular.
Automática – Convertidor de par

Muchas berlinas utilizan convertidores de par para lograr una conducción progresiva y eficiente
La transmisión de convertidor de par es bastante fiable en términos generales. En lugar de utilizar un embrague, utiliza una serie de componentes hidráulicos que permiten transferir la potencia del motor a la transmisión.
Este sistema destaca principalmente por sus cambios suaves y progresivos. El conductor no va a tener que hacer ningún tipo de esfuerzo, y el sistema en sí está bastante menos sujeto a desgaste que un cambio manual. Eso sí, la caja en sí va a tener una serie de mantenimientos que hay que atender como es debido.
No obstante, el sistema no es perfecto. Si queremos cambios rápidos, un convertidor de par no es lo que buscamos. Es una transmisión interesante, pero que nos va a dejar con ganas de más en vehículos con motores potentes a la hora de practicar una conducción un poco más deportiva.
Automática – Doble embrague (DCT)

Las cajas DCT se comenzaron viendo en vehículos de alta gama como los Porsche, aunque ahora la puedes equipar hasta en un Volkswagen Polo
Crees que un coche con caja automática es bueno hasta que pruebas un vehículo con una buena transmisión de doble embrague. Y es que este sistema tiene lo mejor de ambos mundos. Es eficiente, y rinde mucho mejor que una transmisión de convertidor de par. Pero también va un poco más adelante. Y es que también pueden hacer los cambios con mayor rapidez y precisión que un humano manualmente.
Las cajas DCT tienen un mecanismo bastante ingenioso. Su diseño se basa en dos ejes de transmisión paralelos, cada uno con su propio embrague. Uno para las marchas pares y el otro para las impares. Cuando se efectúa un cambio de marcha, un embrague se abre mientras el otro se cierra simultáneamente, permitiendo transiciones ultrarrápidas entre marchas.
Y no solo eso. Si ponemos el coche en modo manual para hacer los cambios con unas levas, por ejemplo, la transición también va a ser mucho más rápida que en una caja manual de toda la vida.
Ahora que hemos dicho todo lo positivo de esta transmisión, es obvio que debe tener algo malo. Y, en efecto, lo tiene. Estas cajas son bastante caras. Por supuesto, no todas son iguales. Cada fabricante tiene sus patentes y hay productos mejores que otros. También tienen un mantenimiento que, de obviarse, pueden derivar en averías de las que duelen en el bolsillo.
Automática – Variador (CVT)

Las transmisiones CVT no son rápidas, pero minimizan consumo y emisiones
Por último, tenemos un tipo de transmisión que se ha puesto muy de moda en los últimos años. La transmisión variable continua se utiliza principalmente en vehículos con hibridación porque es un sistema extremadamente eficiente en términos de consumo de combustible.
A diferencia de las cajas tradicionales, el sistema CVG no utiliza engranajes fijos. En su lugar, funciona con un sistema de poleas conectadas por una banda metálica. Estas poleas cambian su diámetro continuamente, ajustando la relación de transmisión para adaptarse a la velocidad del vehículo y la carga del motor.
La ventaja del sistema es que el vehículo va a trabajar casi siempre en su rango óptimo de revoluciones. Además, de todos los sistemas, es el más indicado para el ritmo del tráfico urbano.
No obstante, este sistema también tiene sus puntos débiles. La conducción sin marchas a veces se siente como poco natural. Por si fuera poco, hay casos en los que la relación de transmisión puede llegar a ser lenta o torpe.
Cambio manual vs. automático. Fiabilidad
Ahora que hemos puesto nombre a los principales sistemas, podemos compararlos y hablar de fiabilidad.
Fiabilidad del cambio manual

Si conduces mal un coche manual, dañarás el embrague y te tocará cambiarlo. No será barato
Como anticipábamos hace unas cuantas líneas, el cambio manual es el más sencillo de todos. Mecánicamente, es el que menos ciencia tiene. Y en ingeniería, menos piezas equivale normalmente a más simplicidad, lo que se traduce en fiabilidad y ahorro.
Lo que queremos decir con esto es que, si conducimos un coche manual como es debido, el mantenimiento de la transmisión va a ser mínimo. Un embrague cada 150.000 kilómetros por el desgaste, una bomba que acabe fallando por el uso… averías sencillas y bastante predecibles.
Sin embargo, el cambio manual también puede convertirse en el más caro si lo usamos mal. La conducción brusca, abusar del embrague y otras manías que se pueden llegar a adquirir con el tiempo van a desgastar el sistema en tiempo récord.
En cualquier caso, si cambiamos bien, si usamos el pedal del embrague únicamente para cambiar y le hacemos un mantenimiento básico, es difícil que nos falle. Tendremos que sustituir el kit de embrague cada cierto número de kilómetros, pero no será por avería, sino por mero uso.
Fiabilidad del cambio automático de convertidor de par

Audi vende sus automáticos de convertidor de par bajo la denominación «Tiptronic»
Las cajas de convertidor de par suelen ser bastante fiables en términos generales. Hay modelos que salen rana, pero este sistema ha demostrado a lo largo de los años ser muy bueno.
Al estar fundamentado en un sistema hidráulico, el convertidor de par está sujeto a menos desgaste que otras alternativas.
Ahora bien, no es oro todo lo que reluce. El mantenimiento es muy importante si tenemos un vehículo con una transmisión de este tipo. Y no solo eso. Son cajas más complejas que las manuales y no están exentas de problemas. De ignorar su mantenimiento, pueden aparecer problemas derivados de la temperatura del fluido hidráulico, Y será justo aquí donde comiencen nuestras pesadillas. Hablamos de transmisiones que son caras de reparar por su complejidad y con precios muy altos cuando hay que hacer una sustitución completa.
Fiabilidad del cambio automático de doble embrague

Las cajas DSG se han convertido en marca de la casa Volkswagen
Históricamente, los cambios de tipo DCT solo estaban disponibles en coches de alta gama. En la actualidad, la cosa ha cambiado bastante. Hay ya muchas marcas generalistas que se han pasado a esta tecnología. Al fin y al cabo, son más eficientes en términos de consumo y dan también unas prestaciones más deportivas.
Hablemos ahora de lo negativo. Los sistemas de doble embrague son los más complejos, y también son bastante sensibles. Esta transmisión sufre especialmente en el tráfico urbano, donde el cambio constante entre marchas tiende a producir un desgaste acusado.
Las cajas DCT más económicas tienden a fallar en los embragues. Por otro lado, los vehículos que usan cajas más avanzadas con embragues bañados en aceite, suelen caer por la mecatrónica. Lo importante aquí para maximizar la vida útil de estas transmisiones es seguir a rajatabla las recomendaciones de los fabricantes y no saltarse jamás el mantenimiento de la caja. Repararlas es muy caro y, en ocasiones, sustituir la transmisión puede llegar a costar más dinero que el coste residual del propio vehículo.
Fiabilidad del cambio automático CVT

Parte del éxito de la hibridación de Toyota está en el cambio CVT
La transmisión variable continua la usan marcas como Toyota, Lexus, Honda o Subaru, entre muchas otras. Estas marcas suelen destacar por su enorme fiabilidad, lo que nos anticipa que la transmisión CVT es bastante fiable.
Al tener el CVT menos piezas móviles, también tendremos poco desgaste. En las situaciones en las que las cajas de doble embrague flaquean, como es el tráfico denso, las de variador se comportan muy bien.
No obstante, tampoco son perfectas. Si se hace un uso muy intensivo del vehículo, si se hace un uso brusco del mismo o se carga demasiado peso, la correa metálica y las poleas van a sufrir bastante. Los motores potentes y la conducción deportiva no se llevan nada bien con este sistema, creando cambios de temperatura en el fluido que pueden mermar la vida útil de todo el conjunto.
En caso de tener que reparar una transmisión CVT, la factura tampoco va a ser económica. Sea como sea, cuando este sistema se integra en un vehículo pequeño y se usa como es debido, resulta extraño que acabe fallando si se mantiene en buenas condiciones y siguiendo las instrucciones de los fabricantes.
Conclusiones

Quédate con el sistema con el que conduzcas de forma cómoda
Cuando compramos un vehículo, hay que considerar todas las partes que lo componen. La transmisión es esa asignatura que muchos conductores ni siquiera estudian a la hora de hacer comparativas. Y es un error. El mercado está lleno de coches que tienen una transmisión que no es la adecuada. Ya sea porque el fabricante no hizo bien su trabajo, o porque el comprador del vehículo eligió la respuesta incorrecta a la hora de configurarlo.
¿Es el cambio manual el sistema más fiable? Sí, pero porque también es el más simple. Las averías de estos sistemas no dejan de ser sota, caballo o rey. Entonces, ¿es el cambio manual el mejor? No, en absoluto. Porque hay más factores que hay que poner en consideración.
Si te gusta tener un control completo del vehículo, lo ideal es que compres un coche con caja manual o doble embrague. Elegir una u otra ya depende de tus gustos y también de tu cartera. Una es muy económica y la otra, lo contrario.
¿Prefieres ir a lo sencillo? ¿Quieres usar solo dos pedales? Perfecto. Nadie debería juzgarte por ello. Es tu coche y tu dinero. Eso sí, trata, en la medida de lo posible, de adquirir un vehículo con una transmisión automática que sea acorde a tu estilo de vida.
Por ejemplo, si te mueves mucho por ciudad, lo ideal es que vayas por un vehículo con cambio CVT. En el caso contrario, si haces mucha carretera, tanto las de doble embrague como las de convertidor de par van a ser bastante aptas para ti.
Por último, si vas a ir a por un vehículo con buenas prestaciones y buscas sensaciones, olvídate tanto del CVT como de los convertidores de par. Lo mejor que puedes comprar en ese caso es un vehículo con una caja DCT, como por ejemplo, las DSG del Grupo Volkswagen.
Antes de despedirnos, si has llegado aquí porque vas a pasar de un sistema a otro, te invitamos a leer esta entrada en la que explicamos cómo conducir un coche automático si vienes de uno manual.
El artículo Qué dura más: ¿un coche automático o uno manual? Cuál es más fiable y por qué fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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