Las pajitas de plástico y el hijo de Elon Musk: lo personal es político si vende identidad amenazada

Usted es capaz de leer estas líneas a pesar de tener el cerebro lastrado por una cucharada entera de microplásticos. El 0,5% de su materia gris contiene ese derivado degradado del petróleo. Es el resultado del último y espeluznante estudio sobre cómo tenemos el organismo lleno de plásticos descompuestos: estas partículas se han colado en nuestra sangre y se acumulan en la materia gris en volúmenes inquietantes. Los humanos tenemos una relación complicada con los plásticos: hemos inundado el planeta y nuestros organismos con ellos porque la industria petrolera impone su ubicuidad. Y como nos hemos pasado, prohibimos las pajitas. Es muy común encontrarse en redes sociales, en cuentas de extrema derecha, paisajes inundados de residuos o ricachones haciendo ostentación de sus yates acompañados del mensaje “pero el planeta te lo estás cargando tú por usar pajitas”. En el fondo, no nos engañemos, esa dicotomía populista funciona.

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