Hacer líquido limpiaparabrisas de forma casera: qué debes tener en cuenta

Cualquiera que haya hecho unos cuantos kilómetros en coche sabe la importancia de llevar el parabrisas en buenas condiciones. La suciedad nos puede jugar una mala pasada, especialmente por la noche, pues los faros de los vehículos que circulan en sentido contrario nos pueden cegar por completo al volverse traslúcido el cristal.

En la mayoría de las ocasiones, cuando el líquido del parabrisas se nos agota, vamos a nuestra tienda de confianza y compramos una garrafa de 5 litros que nos dará para unos cuantos meses. Otros conductores prefieren simplemente echar agua, lo que no es del todo recomendable. Al fin y al cabo, el líquido elemento no tiene poder desengrasante, ni va a servir por sí solo para desincrustar los mosquitos que suelen adherirse al vidrio.

En el artículo de hoy vamos a hablarte de alternativas. En lugar de comprar un producto ya hecho, vamos a fabricarlo nosotros. Podremos dar así con un líquido un poco a medida de lo que necesitamos, y mucho más barato que el de tu Feuvert o Norauto de confianza.

Qué tener en cuenta a la hora de hacer tu propio líquido limpiaparabrisas

limpiacristales en casa

En la medida de lo posible, usa solo los productos de los que te hablamos en esta lista

Esta entrada no pretende ser una aburrida clase de química. Sin embargo, antes de hablar de fórmulas que funcionan, hay que poner sobre la mesa lo que podemos y lo que no podemos meter en el depósito del “limpia” de nuestro coche.

Agua destilada

La base de nuestro limpiador va a ser agua. Hasta ahí, nada que no sepamos. Sin embargo, es muy importante que uses agua destilada o desionizada. El agua del grifo contiene sales y otras sustancias disueltas que pueden causar corrosión a la larga.

El agua destilada es muy barata y se puede comprar en cualquier droguería o supermercado. Un truco de reciclaje que puede interesarte es usar el agua que sale del aire acondicionado. Proviene de la condensación de la humedad del agua y es prácticamente agua destilada. No tendrás que comprar nada.

Alcohol

El alcohol en nuestra fórmula va a tener varios roles. De hecho, su papel como limpiador va a ser meramente anecdótico. Lo vamos a utilizar, principalmente, como anticongelante.

Si alguna vez has metido una botella de licor en un congelador, te habrás dado cuenta de que el líquido nunca va a llegar a congelarse. El alcohol permite bajar el punto de solidificación del agua, lo que es ideal para no cargarnos el circuito del limpiaparabrisas si nos movemos en invierno por lugares fríos.

¿Qué tipo de alcohol usamos? En la medida de lo posible, alcohol isopropílico, conocido también como alcohol puro o isopropanol. Lo puedes encontrar fácilmente en cualquier droguería. No obstante, si por tu zona nunca se llegan a registrar temperaturas negativas, puedes usar alcohol al 70% sin ningún tipo de miedo.

Amoníaco

El amoníaco funciona muy bien para levantar la grasa típica que se nos queda en el parabrisas cuando aparcamos debajo de un árbol y nos cae la típica resina. También sirve para arrastrar la suciedad persistente.

Sin embargo, hay que ir con mucho cuidado con este producto químico. Si nuestra fórmula tiene una concentración muy alta de amoníaco, puede dañar la pintura del coche, así como resecar los plásticos. Además, bajo ningún concepto podemos usar amoníaco si vamos a usar cloro o lejía. De la mezcla se producirán gases tóxicos que son muy peligrosos si los llegáramos a inhalar.

Jabón líquido o detergentes

Para hacerle el trabajo más fácil al amoníaco, también podemos utilizar un poco de jabón líquido o detergente. Pero ojo al elegir producto. Nos interesa uno que haga la mínima espuma posible.

Evita también productos con olores fuertes. Cuanto más complejo sea el químico, más probabilidades habrá de que queden residuos en el cristal, y eso no nos interesa. En cualquier caso, la cantidad de detergente que vamos a usar para nuestra fórmula va a ser siempre mínima.

Vinagre blanco de limpieza

En algunas fórmulas, el amoníaco y el detergente se sustituyen por vinagre blanco, el típico que puedes encontrar en el pasillo de los productos de limpieza de los supermercados.

El vinagre es bueno retirando polvo, pólenes y el típico cerco que suele quedar en los cristales después de la lluvia. Sin embargo, hay opciones mejores. En primer lugar, porque su olor es bastante desagradable. Y, además, en climas cálidos, el producto se va a ir evaporando y puede entrar el olor al habitáculo. Si lo puedes evitar, mejor que mejor.

Ingredientes completamente a evitar

Antes de ponernos con nuestra fórmula casera, vamos a mencionarte los productos que jamás deberías incluir en tu fórmula:

  • Lejía: es corrosiva, puede dañar la piel, se come la pintura y va a destrozar las boquillas de los inyectores. Además, si luego añadimos al depósito un producto con amoníaco, se puede producir una reacción química que va a generar gases tóxicos.
  • Aceites esenciales y aromatizantes: queremos hacer un limpiador para el cristal del coche, no sorprender a Alberto Morillas. Deja los perfumes para otras ocasiones.
  • Jabón o detergentes en polvo: si no se disuelve correctamente, va a dejar residuos. También puede obstruir las boquillas de los inyectores.

Cómo hacer líquido limpiaparabrisas casero

liquido parabrisas casero en casa

No será por fórmulas. Aquí tienes 4 para elegir

Bien, vamos manos a la obra. Como nos costaba decidir entre una fórmula u otra, vamos a ser generosos y te vamos a dar cuatro recetas diferentes. La primera es la más estándar y efectiva para la mayoría de los casos. No obstante, tienes también una receta fácil, otra con vinagre blanco y una última para climas extremadamente fríos:

Receta estándar con jabón líquido y amoníaco

Ingredientes (para aproximadamente 4 litros): – 3,8 litros de agua destilada – 250 ml de alcohol – 1 cucharada (15 ml) de jabón líquido para platos – 120 ml de amoníaco puro

Paso a paso:

  1. En un recipiente limpio, vierte primero el agua destilada.
  2. Vierte ahora el cuarto de litro de alcohol. Si vives en un clima más o menos cálido, puedes usar alcohol con una concentración del 70%. En zonas más frías, es recomendable usar directamente isopropílico. También puedes aumentar la concentración si quieres, no hay problema con ello.
  3. Añade el jabón líquido. Asegúrate de que no haga mucha espuma y que no deje muchos residuos.
  4. Incorpora el amoníaco. Mezcla bien todos los ingredientes agitando el recipiente.

Antes de echar el producto en el depósito del coche, pruébalo en una esquina del parabrisas. Usa un paño de microfibra, humedécelo con la solución y analiza si hace espuma y si se seca bien.

Receta fácil con limpiacristales comercial

Si no tienes muchas ganas de jugar a ser Walter White, pero tampoco te apetece dejarte 10 euros en una garrafa de 5 litros, puedes hacer la fórmula más sencilla del mundo mezclando un limpiacristales comercial y agua destilada.

Ingredientes (para aproximadamente 4 litros): – 3,8 litros de agua destilada – 250 ml de limpiacristales comercial (Cristasol, por ejemplo)

Paso a paso:

  1. Mezcla el agua destilada con el limpiacristales en un recipiente lo suficientemente grande.
  2. Revuelve hasta que la mezcla sea completamente homogénea.
  3. Transfiere la mezcla al depósito de limpiaparabrisas de tu vehículo.

Receta con vinagre blanco

La primera fórmula que te hemos explicado es mucho más efectiva que esta, pero si no tienes más productos a mano, conocer esta receta te puede salvar de un apuro:

Ingredientes (para aproximadamente 4 litros): – 3 litros de agua destilada – 1 litro de vinagre blanco de limpieza

Paso a paso:

  1. Mezcla ambos productos. Eso sí, usa vinagre blanco. Ningún otro.
  2. Vierte en el recipiente del limpiaparabrisas y lo tienes.

Receta para climas extremadamente fríos

Cerramos con esta última fórmula que va a resistir perfectamente en climas de hasta -20 °C. Lo que vamos a hacer es aumentar la concentración de alcohol para evitar que el líquido se congele:

Ingredientes (para aproximadamente 4 litros): – 3 litros de agua destilada – 1 litro de alcohol isopropílico – 1 cucharada (15 ml) de jabón líquido para platos – (Opcional) 120 ml de amoníaco puro

Paso a paso:

  1. Pon en un recipiente el agua destilada y añade el amoníaco si es que has decidido utilizarlo. Puedes omitirlo si quieres.
  2. Incorpora el litro de alcohol isopropílico. Si el alcohol que tienes no es del 99%, haz una regla de tres para que tu fórmula final tenga la misma proporción de alcohol que esta. Simplemente, tendrás que añadir más cantidad de alcohol en tu receta.
  3. Añade ahora el jabón líquido.
  4. Agita hasta que todos los productos estén perfectamente integrados.

Si te ha gustado esta entrada y te quieres animar a ponerla en práctica, no te olvides de guardar el artículo en tus marcadores o compartirla. Si quieres seguir leyendo sobre trucos de este tipo, te invitamos a que eches un ojo a nuestra guía con los mejores trucos caseros para limpiar las llantas del coche.

Por último, te dejamos también un link en el que hablamos de mantenimiento. Concretamente, de cómo revisar el anticongelante del coche.

El artículo Hacer líquido limpiaparabrisas de forma casera: qué debes tener en cuenta fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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