Se llamaba Knock Nevis, fue el barco más grande de la historia y tenía una importante misión: en su interior transportaba «oro negro»

El planeta Tierra tiene recubierta dos terceras partes de su superficie por agua, por tanto, es lógico pensar que el transporte marítimo es el más importante del mundo. Por eso, a lo largo de los siglos, los seres humanos han construido cada vez más navíos y de tamaño colosal. Sin embargo, el más grande la historia se produjo en 1979 y podía transportar 650.000 toneladas de carga. Cosa de la que era capaz gracias a sus 458 metros de eslora. Fue una auténtica bestia de los mares.

Como decíamos antes, durante el pasar del tiempo los humanos han construido buques de todos los tipos y tamaños. Ya sea para transportar riquezas, materias primas o aviones en la Segunda Guerra Mundial, los barcos mandan en el planeta. Hoy nuevos diseños permiten incluso investigaciones subacuáticas o combatir contra el cambio climático. Ahora bien, en 2010 se desguazó él fue el petrolero más grande de la historia el Knock Nevis, aunque durante el tiempo en el que fue usado tuvo distintos nombres.

El Knock Nevis podía transportar 646.642 toneladas a plena carga

El Knock Nevis fue construido por los astilleros Oppama a cargo de la empresa Simitomo Heavy Industries. Esta compañía japonesa invirtió una gran cantidad de recursos en el que sería el buque de mayor calado de la historia, pues tenía 24 metros de este y no podía atravesar del Canal de la Mancha, ni Suez o Panamá. Eso nos da una idea de lo grande que era y las limitaciones que tenía para poder fondear en distintos puertos.

Terminado en 1979, el Knock Nevis se convirtió desde su salida al mar en un superpetrolero que empezó a dar servicio desde muy pronto. Una de las primeras misiones, y la más importantes, que tuvo fue la de descargar combustible dirigido a Irán. Por aquel entonces el país islámico estaba en guerra contra Irak. Este país, al conocer el paradero del buque pudo atacarlo dañándolo seriamente. Tras el servicio dado en Oriente, el Knock Nevis necesitó urgentes reparaciones.

Así fue como este superpetrolero estuvo en manos de distintas empresas y astilleros hasta que volvió a salir a alta mar. El problema fue que cuando regresó al servicio activo las cosas respecto a las políticas de los petroleros estaban cambiando rápidamente. Tras varios desastres medioambientales, como el que ocurrió con el Prestige en 2002, los organismos internacionales impusieron que los petroleros deberían contar con dos capas extras de protección.

Totalmente reparado, pero sin poder actualizar esta parte, el Knock Nevis perdió su utilidad y fue vendido para ser desguazado en 2010. Así terminó la historia del buque más grande jamás construido por el ser humano.

El artículo Se llamaba Knock Nevis, fue el barco más grande de la historia y tenía una importante misión: en su interior transportaba «oro negro» fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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