
Llevamos semanas hablándote del asteroide 2024 YR4. Que si los detalles acerca de su tamaño, la trayectoria que seguirá hasta regresar a las inmediaciones de la Tierra en 2032, la probabilidad de impacto contra nuestro planeta, la posibilidad de que también pueda alcanzar la Luna y un largo etcétera. Desde luego, el asunto del asteroide está trayendo cola, pero nadie mejor para tranquilizarnos que el máximo responsable de la oficina de defensa planetaria de la ESA.
La defensa planetaria está preparada frente a los temidos asteroides
Richard Moissl es el director de la oficina de defensa planetaria de la ESA y tiene un mensaje claro para todos los que están preocupados por los centenares de noticias que salen a diario en torno al asteroide 2024 YR4: «no os asustéis». A pesar de que las probabilidades de impacto del asteroide se sitúan en estos momentos en el 0,0027%, según la información publicada en la página web del CNEOS, muchos medios continúan utilizando la baza de la amenaza espacial.
A medida que los científicos disponen de más datos acerca de 2024 YR4, mejor entendemos el objeto con el que estamos tratando. Richard Moissl, en declaraciones recogidas en el medio Phys.org, asegura que aunque esas probabilidades de impacto aumentasen hasta el 100%, «no estamos indefensos». Y esto es debido a que existen multitud de planes par poder evitar una catástrofe llegada desde el espacio.
En primer lugar, ya hemos comprobado que es posible desviar la trayectoria de un asteroide con el impacto de una nave lanzada desde nuestro planeta. La misión DART nos permitió conocer una técnica que se utilizó en el asteroide Dimorfos allá por 2022. Y este método también podría funcionar con 2024 YR4, ya que estamos ante un cuerpo celeste de la mitad de tamaño de aquel asteroide.
Sin embargo, puede alterarse la trayectoria de un asteroide con otros métodos muy curiosos y de los que apenas habíamos oído hablar. Con el fin de desviar a 2024 YR4 de su rumbo, podríamos enviar una nave para: utilizar su atracción gravitacional y desviar ligeramente la trayectoria, utilizar los motores para enviar un chorro de iones que cambien su recorrido o pintar una de sus caras de color blanco, lo que incrementará su reflexividad y lo desviará poco a poco.
Las armas son una opción no descartable. Por ejemplo, se podría detonar una bomba nuclear cerca del asteroide o enviar pulsos de rayos láser para intentar vaporizar su superficie. Los inconvenientes de estas medidas serían los escombros que podrían alcanzar el planeta. Quizás en menor tamaño, pero en un número superior de proyectiles.
Por último, si todo lo anterior falla y dado que estamos ante un asteroide que no supondría el fin de nuestro planeta, se podría plantear la evacuación del área donde acabaría impactando. Una medida extrema, pero que evitaría un trágico acontecimiento al que, casi con total seguridad, no tendremos que enfrentarnos en un futuro cercano.
El artículo Richard Moissl, director de la oficina de defensa planetaria de la ESA, se atreve hablar sobre el asteroide 2024 YR4: «No hay que entrar en pánico» fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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