Los lobos que viven en Escocia podrían ser la clave para reducir el carbono en la atmósfera. Todo tiene que ver con sus hábitos alimenticios

Científicos de la Universidad de Leeds han promulgado un artículo en la revista científica Ecological Solutions and Evidence en que describen un modelo de ecosistema donde el lobo podría ser de gran utilidad para contribuir a la expansión de árboles jóvenes en diversas áreas de las Tierras Altas de Escocia. Y la idea es que pueda cazar a una presa muy particular.

El lobo como feroz combatiente contra el cambio climático

La idea tras el estudio publicado por los investigadores es sencilla: introducir decenas de lobos en bosques escoceses para que den caza a las poblaciones de ciervos rojos. Pero, ¿qué sentido tiene esto y qué tiene que ver con el cambio climático? Te lo explicamos poco a poco. Se sabe que esta especie de ciervos se alimenta de multitud de plantas y árboles de los bosques de Escocia, algo que impide que puedan regenerarse, con lo que la cantidad de vegetación cada vez es más escasa.

Para evitar este problema, los científicos proponen introducir 167 lobos en estas cuatro áreas de las Tierras Altas de Escocia: los montes Cairngorms, las Tierras Altas del suroeste, las Tierras Altas centrales y las Tierras Altas del noroeste. Con esa cifra de lobos, se calcula que la población de ciervos rojos se reduciría a niveles compatibles con la regeneración de árboles y plantas. Pero, ¿por qué es importante esa regeneración?

Aquí es donde entra en juego la lucha contra el calentamiento global. Los científicos creen que incrementar la superficie de los bosques escoceses podría contribuir a eliminar un millón de toneladas de CO2 cada año, es decir, lo equivalente a el 5% del objetivo de eliminación de dióxido de carbono que sería necesario para llegar al objetivo de cero emisiones para 2050.

Puesto en cifras, cada lobo contribuiría a la eliminación de 6.080 toneladas de CO2, lo que sería equivalente de un ahorro de 186.000 euros en otro tipo de medidas mucho más costosas para acabar con este nocivo gas de efecto invernadero. El profesor Dominick Spracklen, perteneciente a la Escuela de Tierra y Mediambiente de la Universidad de Leeds y autor principal del estudio, ha asegurado en el comunicado publicado por dicha entidad que:

Existe un reconocimiento creciente de que las crisis de clima y biodiversidad no pueden ser gestionadas en aislamiento. Necesitamos ver el potencial papel de los procesos naturales, como la reintroducción de especies, para recuperar ecosistemas degradados, lo que puede ofrecernos beneficios para el clima y la recuperación de la naturaleza.

En la actualidad, existen alrededor de 400.000 ciervos rojos en Escocia, en parte debido a la erradicación del lobo hace 250 años. Si a este dato le sumamos que Escocia es uno de los países con menor porcentaje de bosques de Europa, alrededor del 4%, parece lógico pensar que la regeneración de sus bosques es una acción que podría tener un impacto positivo en estos ecosistemas y en la lucha contra el cambio climático.

Lee Schofield, coautor del estudio, además de granjero y autor de numerosos libros naturaleza, asegura que «el objetivo es proporcionar nueva información para formar presentes y futuras discusiones acerca de la posibilidad de la reintroducción del lobo tanto en el Reino Unido como en cualquier otro lugar».

El artículo Los lobos que viven en Escocia podrían ser la clave para reducir el carbono en la atmósfera. Todo tiene que ver con sus hábitos alimenticios fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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