El terrible megalodón prehistórico pudo haber sido aun más esbelto y largo de lo que pensábamos. O al menos eso dice este nuevo estudio

Lo has visto en una reciente saga de películas, lógicamente representado de manera exagerada para ofrecer al espectador una historia realmente épica. El megalodón era un tiburón gigante que se extinguió hace 3,6 millones de años y, ahora, empezamos a entender mejor su anatomía, así como su comportamiento y los motivos que le llevaron a ser eliminado de la faz de la Tierra. ¿Quieres saber más acerca de uno de los grandes depredadores de la prehistoria?

Nuevos descubrimientos en torno al megalodón

Siempre se había pensado que el megalodón podía alcanzar entre 15 y 20 metros de longitud, siendo uno de los animales marinos más grandes que jamás hayan existido. Algunas de las concepciones que teníamos de este animal empiezan a ser cuestionadas por la comunidad científica y para muestra te hablamos del estudio publicado en la revista científica Palaeontologia Electronica, que indaga en el cuerpo de este gigante oceánico.

Phillip Sternes, autor principal del estudio, asegura en el comunicado publicado en EurekAlert que el reexaminar el registro fósil del animal, se halló que el megalodón podría ser más esbelto y largo de lo que antes creíamos saber. En cuanto a las comparaciones habituales con el gran tiburón blanco y su capacidad depredadora, Phillip afirma:

Un mejor modelo sería el moderno tiburón mako (Isurus oxyrinchus). Aún así, habría sido un formidable depredador en la parte alta de la antigua cadena trófica marina, pero se habría comportado diferente basándonos en esta nueva comprensión de su cuerpo.

La investigación ha necesitado de 26 científicos de todo el mundo y tuvo un momento eureka, según explica Kenshu Shimada, profesor de paleobiología en la Universidad DePaul, cuando se dieron cuenta de las «discrepancias entre dos longitudes previamente publicadas para el mismo espécimen de megalodón«. Para poder indagar más en este asunto, los investigadores decidieron acudir a un gran tiburón blanco.

Los científicos midieron el esqueleto de un gran tiburón blanco vivo a través de una tomografía computarizada y compararon el resultado con una reconstrucción anterior de la columna vertebral de un megalodón. Kenshu Shimada asegura:

Era todavía un tiburón depredador gigante. Pero los resultados sugieren poderosamente que el megalodón no era una mera versión agrandada del moderno gran tiburón blanco.

Las implicaciones que tiene un cuerpo más esbelto y alargado comienzan por un canal digestivo más grande, lo que supondría que estos gigantes no habrían tenido que comer de manera tan frecuente como pensábamos hasta ahora. A pesar de que anteriores teorías indicaban que la extinción de los megalodones se debía a una disminución en el número de presas, los científicos involucrados en la investigación detallan otra explicación posible.

Phillip Sternes asegura que fue una combinación de factores la que influyó en su extinción. Sin embargo, uno de ellos podría haber sido pasado por alto: la irrupción del gran tiburón blanco en sus ecosistemas. Estos animales eran más ágiles y, posiblemente, mejores depredadores que el megalodón. De hecho, Phillip afirma que «la competición por la comida podría haber sido un factor importante en su extinción».

El artículo El terrible megalodón prehistórico pudo haber sido aun más esbelto y largo de lo que pensábamos. O al menos eso dice este nuevo estudio fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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