Daniel Timms, ingeniero biomédico, habla tras el éxito al implantar un corazón artificial a un ser humano: «Solo necesitamos fabricar más dispositivos»

La tecnología está cada vez más presente en nuestras vidas, aunque integrar en nuestros cuerpos órganos fabricados con materiales no biológicos parece más un argumento de una película de ciencia ficción que una realidad del año 2025. Sin embargo, en esta ocasión tenemos que hablarte de cómo un corazón fabricado con un metal común hoy en día le ha dado una segunda oportunidad a un hombre australiano.

Descubre el exitoso trasplante del corazón artificial de BiVACOR

La noticia nos ha dejado a todos boquiabiertos: se ha conseguido trasplantar con éxito un corazón metálico a un hombre que necesitaba urgentemente un reemplazo a su maltrecho órgano. Esto ha sucedido en la ciudad de Sídney y ha tenido como protagonista a un hombre del estado de Nueva Gales del Sur y que transita entre los 40 y 50 años. Con un corazón débil y la necesidad de un trasplante de manera urgente, la operación ha durado seis horas y le ha permitido continuar su vida con un nuevo órgano, pero, quizás, no con el que nunca se hubiese imaginado.

Estamos hablando de un corazón artificial creado por la compañía BiVACOR, que ha sido creado como reemplazo provisional para este paciente, hasta que un corazón humano llegue a tiempo para salvarle la vida. Sin embargo, el objetivo de la empresa es conseguir que, en un futuro no demasiado lejano, el corazón metálico, fabricado en titanio, pueda ser una solución permanente.

Imagen de archivo del corazón creado por BiVACOR

Imagen de archivo del corazón creado por BiVACOR

El cirujano Paul Jansz ha definido a este corazón como el Santo Grial, dado que técnicamente no debería fallar o ser rechazado por el organismo. Además, en declaraciones recogidas en el medio Australian Broadcasting Corporation, el médico afirma «definitivamente hubo nervios, especialmente cuando Daniel movió el interruptor y lo encendió».

El responsable de la creación de este corazón artificial es Daniel Timms, quien lleva toda la vida creando este dispositivo milagroso. Desde pequeño, sobre todo a raíz de la muerte de su padre por un fallo cardíaco, Daniel asegura que se meta era inventar este corazón artificial. Además, quiere que los australianos sean los primeros en beneficiarse de su uso, ya que «hay muchos inventos en Australia y algunas veces parece que se pierden en ultramar».

El paciente se prestó voluntario para el trasplante y después de 100 días con el corazón de titanio en su interior, pudo someterse a una segundo trasplante, esta vez con un corazón humano, y parece que se está recuperando perfectamente. Eso sí, los primeros días parece que fueron complicados, dado que el hombre tenía problemas incluso para caminar pequeñas distancias, lo que hizo temer por su vida. Por suerte, todo quedó en un susto.

Daniel Timms explica que «solo necesitamos fabricar más dispositivos, que es la única limitación ahora». Además, destaca que están acelerando su fabricación, con lo que solamente queda esperar por pacientes que necesiten los corazones artificiales de BiVACOR. Por lo que sabemos, este órgano de titanio es tan pequeño que podría caber en un niño de 12 años, pesando tan solo 650 gramos. Además, utiliza imanes para mantener suspendido el rotor del motor, con lo que no existe desgaste.

Para funcionar, necesita de una batería recargable externa, que se conecta al corazón a través de un cable que sale por el pecho del paciente. Por el momento, este es uno de los grandes caballos de batalla de la compañía, dado que la batería únicamente dura 4 horas, con lo que hacen falta varios recambios para alimentar el corazón durante el día. Sin embargo, ¿no es increíble que un dispositivo así ya exista y halla salvado una vida?

El artículo Daniel Timms, ingeniero biomédico, habla tras el éxito al implantar un corazón artificial a un ser humano: «Solo necesitamos fabricar más dispositivos» fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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