Esta pasada madrugada un Falcon 9 de SpaceX ha lanzado la tripulación Crew 10 hacia la Estación Espacial Internacional (EEI). A bordo de la Crew Dragon Endurance van las astronautas de la NASA Anne McClain y Nichole Ayers, el astronauta Takuya Onishi de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) y el cosmonauta Kirill Peskov de Roscosmos.
Está previsto que se acoplen a la EEI a las 4:25, hora peninsular española (UTC +1), del domingo 16. Permanecerán allí hasta que llegue la siguiente tripulación a darles el relevo, lo que está previsto para julio. A su vez serán ellos quienes den el relevo a la tripulación Crew 9, en lo que es el procedimiento establecido hace años en la Estación.
Así que a pesar de que en TVE 24h, por ejemplo, afirman que es una misión de rescate tripulada para traer de vuelta a los astronautas Wilmore y Williams, que llevan nueve meses atrapados en la Estación Espacial Internacional, esto no es así para nada; no van a rescatar a nadie. Pero se ve que la campaña de desinformación que han montado Elon Musk y Donald Trump ha dado sus frutos.
En todo caso cabría afirmar que el retorno de Wilmore y Williams se ha retrasado por culpa de la empresa de Musk pues SpaceX no ha podido tener lista a tiempo la cápsula que quería utilizar para lanzar la misión. Y es que la idea original era que la tripulación Crew 10 estrenara la nueva Crew Dragon C213 que está fabricando la empresa.
De haber ido todo según lo previsto el lanzamiento tenía que haber ocurrido en febrero. Pero la NASA, ante la evidencia de que la cápsula no estaría lista hasta finales de abril, si no hay más retrasos, decidió reasignarla a la Endurance, lo que finalmente permitió lanzarla hoy.
Es cierto, eso sí, que Butch Wilmore y Sunita Williams llegaron a la EEI a bordo de la Starliner Calypso de Boeing en junio de 2024 para lo que iba a ser una misión de ocho días pero que al final se han quedado unos nueve meses allí.
Esto ha sido debido a los problemas con el sistema de propulsión de la cápsula detectados en el viaje de ida. Al principio la NASA fue posponiendo su regreso mientras hacían prueba tras prueba a ver de qué iba todo aquello. Pero como al final no consiguieron determinar al 100 % el origen de los problemas y, por tanto, tampoco pudieron desarrollar procedimientos para eliminarlos o como poco mitigarlos, la agencia decidió que la Starliner volvería vacía y que Wilmore y Williams se quedaran en la EEI y que volvieran en otra nave.
Esto hizo necesario que la Crew Dragon Freedom de la tripulación Crew 9 tuviera que despegar con dos asientos vacíos que ocuparían Wilmore y Williams en el viaje de vuelta. Con lo que si alguien se ha quedado atrapado en algún sitio han sido las astronautas de la NASA Zena Cardman y Stephanie Wilson, que fueron las que tuvieron que ceder sus plazas en la Freedom y por tanto se quedaron en tierra.
La primera etapa del Falcon 9, la B1090, que llevaba a cabo su segunda misión, aterrizó en la Zona de aterrizaje 1 de Cabo Cañaveral, con lo que podrá ser utilizada en futuras misiones.
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