Diseñados en origen por la antigua Unión Soviética 20 años antes del primer Motorola, los teléfonos móviles han evolucionado mucho. Año tras año, incluso mes a mes hemos visto surgir modelos revolucionarios que han cambiado el paradigma de lo que significa tener un móvil entre las manos. Es más, el futuro es todavía más increíble y algunas marcas anuncian dispositivos que pueden transformar el mercado. No obstante, añadir tecnología inteligente tiene sus problemas y uno de ellos -aunque muy poco habitual- es que se puede hackear para convertirlos en artefactos explosivos, entre otras cosas.
Alguno al leer esto que acabamos de decir puede dudar o al contrario, entrar en pánico. En ambos casos hay que hacer una llamada a la tranquilidad, pero no podemos evitar hablar de una realidad que es bien sabida en los círculos de la inteligencia militar. Los teléfonos móviles se han convertido en microordenadores de bolsillo con toda una serie de funciones que nos hacen la vida más fácil, pero que también recopilan nuestros datos personales tales como información de todo tipo, localización, tiempo de uso y captación de voz.
Los teléfonos móviles pueden ser hackeados para causar explosiones
A priori esto no debería dar problemas, los GPS nos ayudan en nuestros viajes y la mejora de baterías y los auriculares nos brindan más eficiencia en las llamadas y el tiempo de uso. No obstante, todo esos añadidos modernos se pueden volver en nuestra contra. Todo depende de quienes seamos, claro. Si estamos buscados por la justicia o somos enemigos de alguien en concreto.
Recientemente el Mossad, las fuerzas especiales del ejército de Israel, han hecho explotar miles de buscas, walkie-talkies y smartphone en una operación de inteligencia sin paragón en la historia de la humanidad. El resultado han sido miles de heridos y decenas de muertos, un golpe muy duro a los integrantes del grupo Hezbolá.
En Urban Tecno hemos querido ser prudente y hemos dejado pasar unos días para que todo se esclareciera en este asunto, para así poder contarlo con las fuetes en la mano. Ahora mismo todo parece indicar que la inteligencia israelí logró colocar pequeñas cantidades de explosivo en los dispositivos adquiridos por Hezbolá y que al recibir un mensaje concreto todos detonaron a la vez causando el caos, tal y como contó la NBC. Desde hacia meses, los miembros de este grupo terrorista usaban esta tecnología casi analógica para evitar hackeos e intervención de las comunicaciones.
Explicados los sucesos, no nos interesa tanto cómo hizo esto Israel si no por qué los combatientes de Hezbolá y otras organizaciones militares no usan teléfonos móviles corrientes. Por ejemplo los soldados rusos tienen desde hace ya tiempo órdenes de no grabar el campo de batalla con sus dispositivos personales. Todo viene por la tecnología de última generación inteligente que hemos mencionado antes.
En la primavera de 2022, cuando empezó el conflicto en Ucrania, los soldados rusos y ucranianos hacían vídeos y fotos en sus líneas de trincheras. Estas fotos eran filtradas luego a las redes sociales y distintos foros, cogidas por la inteligencia ruso-ucraniana y empleada para geolocalizar a las unidades enemigas para atacarlas. No eran propiamente hackeos, pero sí es cierto que las imágenes y vídeos de TikTok eran analizados para saber dónde estaban realizados, poniendo en peligro a los combatientes de uno y otro bando. De hecho, el gobierno ruso advirtió el pasado mes de julio que habría castigo para los soldados que lo siguieran haciendo, información que quedó recogida por la CNN.
Gracias a la seguridad de nuestros dispositivos que ocurra esto es difícil
Solo con saber esto ya obtenemos una idea de hasta que punto un simple teléfono móvil puede servir al enemigo para hacernos daños. Ahora, respecto al hackeo directo la respuesta es un sí, tal y como contaron varios expertos en seguridad cibernética para TechInformed. Un sí con matices. Un ciberdelincuente podría intervenir nuestro dispositivo para hacer que la batería de 5.000 mAh se sobrecaliente y produzca una explosión de baja potencia. En teoría esto nos causaría daños de poca consideración, ya que los móviles no disponen de componentes que sean inflamables peligrosos.
Por otro lado, y para ir terminando, los teléfonos móviles disponen de sistemas de protección contra este tipo de amenazas que suelen ser raras. Dentro de lo raro sería más posible que la batería de tu móvil, si está en mal estado, se abombe y produzca una pequeña explosión. La inteligencia se ha puesto a las órdenes de los delincuentes, sí, pero también la defensa de este tipo de ataques está de nuestra parte. Es más, un técnico entrevistado por TechInformed, cada vez será más difícil de realizar este tipo de intervenciones remotas.
Es verdad que ante esta afirmación somos un poco escépticos, aunque no caemos en las teorías de la conspiración. Nos referimos a que si un servicio de inteligencia de un país quisiera hacerlo encontraría el modo con mucha inversión y paciencia. Eso es todo. Por lo demás, a partir de ahora es por seguro que las fuerzas armadas de todo el mundo estarán más alerta a este tipo de prácticas. Nosotros estaremos pendientes para contaros cualquier novedad.
El artículo Tu teléfono móvil puede convertirse en una bomba: así es como lo puede hacer la inteligencia militar fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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