La inteligencia artificial ya se ha convertido en un problema y no es porque quiera dominar el mundo. El problema es el gran consumo de agua

Uno de los proyectos más exitosos de inteligencia artificial es ChatGPT. Este robot conversacional (chatbot, en inglés) está desarrollado por la compañía OpenAI y lanzado al público a finales del año 2022. Desde entonces, millones de personas alrededor del mundo lo han utilizado para fines de lo más diverso. Es tal su poder que los profesores pidieron que se prohibiera en las escuelas de Nueva York.

Si bien no resulta demasiado complicado de utilizar, existen cursos para aprender a usar ChatGPT y exprimir todo su potencial. Hace unos días recibió una de sus actualizaciones más importantes hasta la fecha, permitiendo al robot conversacional hacer razonamientos más difíciles para abordar temas más complejos de distintas temáticas.

Aunque ChatGPT apenas tarda unos segundos en elaborar una detallada respuesta a nuestra pregunta, su conocimiento no surge de la nada. Y es que el coste de la inteligencia artificial, aunque invisible para nosotros, al otro lado de la pantalla, es mayor de lo que se podría esperar, suponiendo un gasto ingente de agua.

ChatGPT puede usar tanta agua como Rhode Island en día y medio

ChatGPT es uno de los sistemas de inteligencia artificial más populares del mundo

El funcionamiento de ChatGPT es bastante rápido, incluso usando la modalidad gratuita. La inteligencia artificial con GPT-4 puede elaborar un texto de 100 palabras, como un correo electrónico, en muy pocos segundos. Sin embargo, esto tiene un coste bastante elevado de agua: 519 mililitros.

Es la conclusión a la que han llegado The Washington Post y la Universidad de California, Riverside, tras una reciente investigación. Aunque no parece un «gran problema», lo cierto es que podría empeorar todavía más las sequías provocadas por el ser humano, sobre todo en lugares donde el clima ya de por sí es seco.

Tanto The Washington Post como la Universidad de California, Riverside investigaron cuánta electricidad era necesaria para mantener en funcionamiento los servidores, así como el agua usada para que la maquinaria estuviese fría y bien ventilada.

No obstante, estos datos varían dependiendo de la ubicación de los centros de datos, ya que en las ciudades en las que la electricidad es más económica o abunda más que el agua, los centros pueden enfriarse mediante sistemas eléctricos en lugar de torres de enfriamiento repletas de agua. Ocurre al contrario en los sitios en los que abundan las lluvias o las reservas de agua.

La investigación ha dado con algunos hallazgos muy interesantes a la par que terroríficos con el medio ambiente. Algunos ejemplos los comentamos a continuación:

Si uno de cada 10 trabajadores estadounidenses (alrededor de 16 millones de personas) escribiese un correo electrónico de 100 palabras con ChatGPT semanalmente durante un año, la inteligencia artificial necesitaría 435.235.476 litros de agua. Es el equivalente a lo que consume Rhode Island en día y medio.

Enviar un correo electrónico escrito por ChatGPT de 100 palabras con GPT-4 necesita 0,14 kWh de electricidad por hora, lo que equivale a tener 14 bombillas LED encendidas durante una hora.

Entrenar al modelo de inteligencia artificial GPT-3 necesitó 700.000 litros de agua.

Ya en septiembre de 2023, APNews informó sobre cómo la tecnología tras ChatGPT necesitó mucha agua para que fuera desarrollada. Si bien la cantidad exacta es difícil de estimar, se extrajo de la cuenca de los ríos Raccoon y Des Moines en el centro de Iowa para enfriar un potentísimo superordenador que enseñaba a la inteligencia artificial a imitar la escritura humana.

También se han hecho estudios al respecto del consumo para generar una imagen con inteligencia artificial. Los investigadores de la Universidad Carnegie Mellon y Hugging Face han averiguado que toma unos 2,907 kWh de electricidad por 1.000 inferencias para generar una imagen con IA. No obstante, esto depende también del modelo usado y de la resolución.

Al parecer, el coste para generar una imagen por inteligencia artificial es mucho mayor que el de crear un correo electrónico, generando más emisiones de carbono que cualquier otra tarea realizada por IA de las que probaron los investigadores de la Universidad Carnegie Mellon y Hugging Face.

No obstante, la inteligencia artificial va más allá de ChatGPT y creación de imágenes usando Midjourney, empresa que, por cierto, planea adentrarse en el mundo del hardware con un nuevo dispositivo. La utiliza la policía para tareas de oficina, así como IKEA para gestión de inventario y logística a través de drones autónomos.

El artículo La inteligencia artificial ya se ha convertido en un problema y no es porque quiera dominar el mundo. El problema es el gran consumo de agua fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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