Shigeru Miyamoto: “Diseñar un museo no es como crear un videojuego, pero se parece”

El 23 de septiembre de 1889 un artesano llamado Fusajiro Yamauchi decidió abrir en Kioto su propio taller de fabricación de barajas de cartas bajo el nombre de Nintendo Koppai. A diferencia de las de sus competidores, sus hanafuda –como se conoce a estos naipes japoneses– eran de mayor calidad y resistían mejor el paso del tiempo. Con sus más y sus menos, el negocio se mantuvo en pie, pero lo que nadie hubiese imaginado es que esa forma de diferenciarse de la competencia se mantendría durante ciento treinta y cinco años.

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