Existen nutrientes procedentes de fertilizantes basados en el nitrógeno que son cada vez más habituales en cosechas de todo el mundo, ya que se muy efectivos y su coste es bastante bajo. Sin embargo, como ya podrás imaginar, tienen su lado negativo, al contribuir a uno de los grandes males que asolan a nuestro planeta: el cambio climático. Es por ello que se buscan soluciones alternativas y parece que hemos encontrado una, cuanto menos interesante.
Nutrientes para las cosechas cuya procedencia es el ser humano
Los fertilizantes que tienen en cuenta al medio ambiente, aquellos ecológicos, empiezan a tener relevancia en el sector agrícola. Ahora, gracias a un artículo publicado en la revista científica Applied Soil Ecology, podemos descubrirte que nuestra orina puede ser sintetizada para convertirse en un nuevo tipo de fertilizante.
Una de las grandes ventajas de este fertilizante, que utiliza parte de los componentes que no son agua de nuestra orina, es que incluso con residuos almacenados durante un año, estos no tienen apenas impacto en las bacterias que se acumulan en el suelo y tampoco producen cambios significativos en la acidez o salinidad de los terrenos.
El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Birmingham y el Institut Agro Montpellier, apela a la necesidad de un mayor número de investigadores para conocer el efecto a largo plazo de la orina en la fertilización de las cosechas. Manon Rumeau, coautor del estudio, ha afirmado en el repositorio de noticias EurekAlert que:
Nuestra investigación subraya el potencial del reciclaje de orina humana para mejorar la sostenibilidad ecológica, reduciendo la polución de aguas residuales y disminuyendo la dependencia de fertilizantes sintéticos. La orina almacenada puede ser aplicada con seguridad a un sistema de planta-tierra sin impactar de manera negativa en el microbioma del terreno.
Es importante saber que únicamente el 5% de la orina cuenta con componentes como la urea o la creatinina, aniones orgánicos y sales inorgánicas, que pueden ser fuente de bionutrientes. Durante los experimentos llevados a cabo en la investigación, se utilizaron fertilizantes sintéticos y dos dosis diferentes de orina procesada en cultivos de espinacas.
La orina, que había sido almacenada previamente durante 12 meses, incrementó sus valores de pH y se demostró libre de concentraciones de amoníaco, algo fundamental para desactivar bacterias patógenas y para romper el ADN extracelular. La alta concentración de sal en esa orina, sin embargo, no tuvo apenas efectos en las bacterias del terreno.
Sin duda alguna, el uso de la orina procesada, a pesar de que aún no tengamos demasiados estudios sobre sus efectos a largo plazo en las cosechas, es una interesante alternativa a los fertilizantes sintéticos. De hecho, una de sus grandes ventajas es que podría ser un sistema sostenible, sobre todo para la conservación del agua.
El artículo Científicos han hallado una sustancia mejor para los campos que los fertilizantes artificiales y es tan fácil de obtener como ir al baño fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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