Las innovaciones basadas en inteligencia artificial que el CERN desarrolló inicialmente para mejorar el mantenimiento de su acelerador de partículas tienen aplicaciones revolucionarias en el campo de la salud. Reducir el tamaño de las máquinas de radioterapia y optimizarlas para facilitar su uso —especialmente en países con menos recursos—, diseñar un programa inteligente de prevención del cáncer de mama o mejorar el seguimiento de los pacientes con ictus son algunos de los proyectos prometedores en los que trabaja el laboratorio europeo de investigación nuclear, en colaboración con hospitales europeos entre los que se encuentra el Vall d’Hebrón de Barcelona.
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