Windows 11 es la última versión del sistema operativo desarrollado por Microsoft. Lanzado oficialmente a principios de octubre de 2021, empezó a distribuirse como una actualización gratuita a través de Windows Update para los usuarios que tuvieran en sus equipos la versión Windows 10 y cumplieran una serie de requisitos técnicos mínimos para poder instalarlo sin problemas.
El sistema operativo Windows 11 cuenta con algunas novedades importantes respecto a versiones anteriores, como un menú Inicio rediseñado, la sustitución de los icónicos dinámicos por un panel separado de widgets, la llegada de tecnologías como Auto HDR y DirectStorage (principalmente para juegos e influenciadas por las videoconsolas Xbox Series S/X).
Sin embargo, estos cambios no son suficientes para acabar de convencer a todos los usuarios, ya que hay una importante cantidad de PCs portátiles y sobremesa que todavía siguen con Windows 10, la versión anterior del sistema operativo de Microsoft que fue lanzada al mercado en el año 2015. Y el problema es que la compañía tiene prisa para que 900 millones de personas den el salto.
Microsoft dejará de dar soporte a Windows 10 en octubre de 2025
Microsoft está deseando olvidarse de Windows 10. La compañía tiene fijada una fecha límite para dejar de ofrecer soporte mediante actualizaciones de software y parches al sistema operativo: octubre de 2025. Sin embargo, hay un grave problema: que los usuarios no están por la labor de dar el salto a Windows 11.
A pesar de que en los últimos 12 meses alrededor de 130 millones de ordenadores se actualizaron para pasar a la última versión del sistema operativo de Microsoft, según los datos de Statcounter, todavía hay muchos que son reticentes a hacerlo. Y es que se estima que casi 900 millones de usuarios mantienen sus equipos con Windows 10.
Sin embargo, Microsoft tiene un as bajo la manga para incentivar a los usuarios a actualizar a Windows 11: la inteligencia artificial. Hace unos días, los de Redmond anunciaron las novedades que tenían preparadas para el sistema operativo de la mano de Copilot, un asistente con IA que permite a los usuarios realizar cada vez más tareas y de manera más fácil.
Entre las novedades de Copilot están la visión contextual durante la navegación web, capacidades avanzadas de voz y razonamiento profundo, así como las herramientas Recall (una especie de memoria fotográfica que permite a los usuarios «viajar en el tiempo» para consultar cosas que han visto/hecho anteriormente), Búsqueda mejorada, relleno generativo y borrado inteligente en Paint, Súper resolución en Fotos y más.
Sin embargo, para disfrutar de estas novedades hay que tener un ordenador compatible, y el primer paso es que tenga el sistema operativo Windows 11. Además, Microsoft se ha aliado con varias marcas y fabricantes para ofrecer equipos «perfectos» que aprovechen al máximo las funciones de Copilot. Son los llamados Copilot+ PCs.
Además, hay que tener en cuenta que aunque muchos usuarios estén interesados en actualizar sus equipos al último sistema operativo de Microsoft, es posible que estos no sean compatibles con él. Esto puede deberse a que sea relativamente antiguo y monte un hardware que no cumple con los requisitos mínimos que pide la compañía:
Procesador: tiene que ser mínimo de 8ª generación, 64 bits y una velocidad mínima para que funcione de manera óptima.Memoria RAM: el equipo tiene que contar con, al menos, 4 GB de memoria RAM. No obstante, se recomienda más, ya que esa cifra puede quedarse corta incluso para tareas relativamente básicas a día de hoy.Espacio en disco duro: el usuario debe de disponer de, como mínimo, 64 GB de almacenamiento, y hay que tener en cuenta también las actualizaciones, que acaban ocupando bastante hueco.Controlador gráfico: el equipo tiene que ser compatible con DirectX 12 (una colección de API desarrolladas para facilitar las tareas complejas relacionadas con multimedia, especialmente juegos y vídeo).Sistema operativo: el ordenador debe estar ejecutando Windows 10 en versión 2004 o posterior.
Otra característica «imprescindible» para que se pueda usar Windows 11 en un ordenador es que tenga un chip TPM (Módulo de Plataforma de Confianza) compatible. Este elemento es el encargado de almacenar claves de cifrado para proteger información. No obstante, es posible desactivar la característica desde la BIOS, deshabilitando la función «Secure Boot» (Arranque seguro).
A pesar de todo, que en los últimos meses 130 millones de usuarios hayan pasado de Windows 10 a Windows 11 es una buena noticia para Microsoft: significa que la transición se está llevando a cabo. Puede que vaya más lenta de lo esperado por la compañía, pero confía en que las novedades de la última versión sean lo suficientemente atractivas para atraer a más usuarios.
También hay que tener en cuenta que los usuarios con ordenadores más antiguos tendrán que, tarde o temprano, acabar adquiriendo uno nuevo si el suyo se avería o deja de funcionar. No obstante, Microsoft continuará ofreciendo soporte a las empresas con equipos Windows 10 que así lo desean, previo pago, claro está.
El artículo A 900 millones de usuarios de Windows se les acaba el tiempo: Microsoft quiere que actualicen ya a Windows 11 fue publicado originalmente en Urban Tecno.
Dejar una contestacion