El campo de la robótica es tan interesante como el de la inteligencia artificial. Se ha avanzado mucho desde el primer robot humanoide de la historia, llamado Elektro, que podía fumar como una persona de verdad. Ahora existen creaciones que van desde mayordomos capaces de cocinar y arreglar cosas hasta manos que pueden desprenderse del brazo para alcanzar objetos lejanos, pasando por invenciones cuadrúpedas pensadas para ser el perro robot definitivo.
Y es que, al igual que se teme que la inteligencia artificial acabe ocupando el puesto de trabajo de la mayoría de seres humanos en el futuro, los robots también pueden realizar cada vez más tareas, como el Figure O2, pensado para ser fuerza de trabajo humana, o Torobo, el ayudante definitivo de los carpinteros, lo que no deja de ser sorprendentemente aterrador.
Era cuestión de tiempo que la medicina se beneficiara de estos avances. Ya es posible que los cirujanos operen a distancia con sistemas como Da Vinci, y se han hecho pruebas bastante curiosas, como que un cirujano desde Londres atienda a un plátano ubicado en un quirófano de Estados Unidos. Pero que se creara un dedo robótico capaz de realizar el trabajo del urólogo no se lo esperaba nadie.
Los exámenes rectales del futuro podrían estar realizados por este dedo robótico con vocación de urólogo
El BSF es un «dedo» robótico altamente flexible que ya ha sido puesto a prueba en sujetos humanos, siendo capaz de encontrar arterias en la muñeca y medir su pulso
Los investigadores del Departamento de Maquinaria de Precisión e Instrumentación de Precisión de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China (USTC), ubicada en Hefei, provincia de Anhui, y fundada en el año 1958, han creado una especie de dedo robótico altamente flexible inspirado en el ser humano cuyo objetivo es realizar exámenes médicos.
Y es que los médicos han usado durante generaciones sus dedos como herramienta de diagnóstico para aprender sobre sus pacientes. Por ejemplo, el dedo se puede usar para tomar el pulso, además de para detectar bultos anormales bajo la piel. Y también para introducirlo en la cavidad rectal.
El examen físico es uno de los métodos disponibles más eficaces y seguros para detectar de manera temprana bultos y otros signos de cáncer de mama. En la medicina tradicional china, los médicos pueden tomar el pulso de un paciente en la muñeca para comprender sus afecciones cardíacas. Por un lado, debido a la falta de médicos capacitados y experimentados, es posible que algunas enfermedades o riesgos potenciales no se identifiquen a tiempo para evitar su agravamiento. Por otro lado, un gran porcentaje de personas no están dispuestas a someterse a un examen físico, sobre todo cuando el médico es del sexo opuesto. Es por esto que la palpación robótica ha atraído una intensa atención en los investigadores.
El BSF (abreviatura de dedo suave bioinspirado) está formado por un cuerpo flexible y una detección multimodal. Su forma es semicircular, en forma de dedo con una estructura PneuNet (redes neumáticas), una clase de actuador blando compuesto por una serie de canales y cámaras dentro de un elastómetro.
El dedo suave bioinspirado, que tiene una longitud total de 129 mm, se dobla hacia dentro cuando se presuriza a medida que estas cámaras de aire se expanden. Los investigadores lo han probado como si realizase una palpación médica, encontrando con éxito una arteria en la muñeca de un participante humano, siendo capaz de reconocer algún bulto.
Sin embargo, la investigación del equipo de la USTC debe continuar, ya que la mano humana está repleta de complejidades que las manos robóticas más avanzadas todavía están lejos de igualar en cuanto a capacidades, siendo el proyecto del «dedo robótico» un desafío enorme que va por buen camino.
El artículo En tu próxima visita al urólogo puede que no te atienda un médico, sino un dedo robótico altamente flexible fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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