Este fusil de asalto fue fabricado por España y fue uno de los mejores del planeta. Su fama todavía pervive en los que hicieron la “mili”

A principios de mes pudimos publicar el estudio de un ranking mundial sobre los ejércitos más poderosos. España estaba en el puesto n.º 20, cerca de Israel (17) y muy lejos de Marruecos (61). También hemos tenido el placer de hablar en Urban Tecno de algunas armas famosas dentro del ejército español, y no solo nos referimos a los aviones y tanques rusos que utilizó por veinte años, también de algunas que atemorizaron a Estados Unidos. Hoy os hablamos de otra de ellas que marcó una época en el país, por supuesto estamos haciendo referencia al fusil de asalto CETME que fue usado hasta 1999.

La historia de este fusil de asalto se remonta al final de la Segunda Guerra Mundial. Entre 1944-1945 quedó claro que Alemania estaba contra las cuerdas y que sería derrotada a no mucho tardar. Dentro de sus fronteras los científicos dedicados a la industria armamentística hicieron verdaderos esfuerzos por diseñar armas que dieran la vuelta a la situación. Entre las últimas que aparecieron en la Wehrmchat estaba el fusil de asalto Stg-44, un arma con un calibre intermedio entre pistola y rifle que se podía manejar con facilidad en modo automático, lo que proveía al soldado de una gran potencia de fuego.

El CETME fue usado por todas las fuerzas del ejército español durante medio siglo

Acabada la guerra en Europa en mayo de 1945, los países Aliados quisieron captar a estos científicos para trabajaran para sus propias industrias armamentísticas. Tanto estadounidenses y soviéticos incorporaron a sus filas antiguos expertos nazis en la materia. El ejemplo clásico de esto fue que en Estados Unidos la tecnología usada para lanzar cohetes a la órbita estaba basada en los sistemas del cohete V2 que los alemanes dispararon contra Reino Unido en la parte final del conflicto. Después de eso nació la NASA en 1958.

Por supuesto científicos había muchos y de diversos tipos. En todo este juego España tenía poco que decir. Aislada por las potencias occidentales debido a que la dictadura de Francisco Franco recordaba a aquellos regímenes totalitarios que acababan de derribar. No obstante, con los pocos recursos económicos y a una política lasa sobre los nazis, algunos de estos expertos en armamento se refugiaron en el país ibérico. Uno de ellos fue Ludwig Vorgrimler, al cual se le ofreció una sustancial cantidad monetaria para que trabajara en la industria española.

Fusil de asalto CETME A1 fabricado en 1957. Apenas se produjeron 500 unidades y fue enviado de forma limitada a Ifni y Sáhara.

Vorgrimler había estado inmerso en el desarrollo del Stg-44 y del prototipo Sturmgewehr 45, del que derivaría el famoso CETME. Vorgrimler trabajó en el diseño de un nuevo fusil de asalto junto a otros ingenieros de origen alemán como Luis Wihelmi Castillo dentro del Centro de Estudios Técnicos de Materiales Especiales creado en el marco del aislamiento internacional y que daría nombre al fusil. A finales de 1940 y principios de 1950 se presentaron al ejército una serie de prototipos que dejaron buenas sensaciones. En 1952 esas armas acabaron por convertirse en el CETME A1 y A2.

A finales de la década, entre 1956-1958, España mantuvo un conflicto armado no declarado con Marruecos. El ejército español se batió contra guerrilleros marroquíes que querían tomar posesión de los territorios de Ifni y Sáhara. En estos momentos los CETME A1 y A2 que no estaban todavía en servicio fueron enviados en pequeños lotes para ver cómo se comportaban en fuego real. Los resultados fueron positivos y algunas unidades sacaron un gran partido de él, ya que superaba todo el armamento que tenía por aquel entonces las fuerzas armadas del país. El proyectil utilizado 7,92 x 40 mm CETME era de gran estabilidad con un buen equilibrio entre rango de alcance y daños.

Los cambios tecnológicos de la década de 1980 no le sentaron nada bien

Tal y como se cuenta en la obra de CETME. 50 años del fusil de asalto español de Lucas Molina Franco y José María Manrique, uno de los enviados fue utilizado por un militar para probarlo en condiciones desérticas. Este soldado hizo incluso fuego contra animales para evaluar los daños en la carne. En 3 siglos de armamento portátil en España de Barceló Rubí también se añaden multitud de datos en cuanto al desarrollo, uso y adopción del CETME.

A partir de 1958, cuando apareció el CETME modelo B, se convirtió en el arma reglamentaria de todo el ejército español por más de una década hasta que fue sustituido gradualmente por el modelo C conocido como «Chopo». El fusil de asalto CETME en estos dos modelos marcó una época, ya que sus prestaciones eran idénticas a las que ofrecía el AK-47 soviético y luego el M-16 estadounidense. Es más, se podría decir que contenía lo mejor de los dos rifles de las grandes potencias de la Guerra Fría.

Los únicos problemas que tuvo esta arma española con aliño alemán llegaron con el cambio de calibre a los estándares de la OTAN. Algo que cambió el equilibrio del fusil cuando se hacía fuego en ráfagas, al ser el cartucho usado por Estados Unidos más potente que el español. Además de eso, en la década de 1980 se adoptó el calibre 5,56 mm. A priori, más manejable, pero que no sentó bien al CETME. El modelo L que dejó atrás la madera para usar aluminio y polímeros de plástico acabó en desastre. Los militares criticaron su pobre desempeño y la tropa reconvirtió el acrónimo CETME en «Cada Esquina Tiene Mierda Escondida» por la cantidad de residuos que quedaban en el cañón del arma. Un fracaso más llegó con la adopción de la ametralladora ligera AMELI basada en este modelo L, la cual nunca fue bien valorada. Hoy, estas dos armas han sido enviadas por España al ejército ucraniano.

Pelotón de soldados ucranianos del Servicio Estatal de Fronteras de Ucrania (SPSU) con el polémico CETME L.

El último modelo aparecido de CETME fue el modelo LC (que se ve en la foto de portada) con culata retráctil. Esta arma estuvo en servicio junto al modelo L hasta 1999, año en el que el gobierno español abandonó la producción y obtuvo la licencia para producir el fusil de asalto G-36 de origen alemán, el cual sigue en servicio en versión larga y de carabina. El modelo LC todavía se usa en el adiestramiento de los cuerpos de seguridad e incluso alguno se deja ver en las manos de guardias civiles destinados a la protección de edificios públicos.

Hoy el CETME en todas sus versiones pervive en la memoria de aquellos chavales que un día fueron enviados a hacer el servicio militar obligatorio, la famosa «mili» por la que pasaron nuestros padres y sus padres antes que ellos. Allí dispararon con este arma y todavía hoy hay multitud de historias en las que es el protagonista.

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