Ha sido hace unos días cuando la NASA ha avisado de que el Sol ha llegado a su fase máxima. Expertos de la propia agencia espacial estadounidense, junto con científicos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica y del Panel de Predicción del Ciclo Solar han asegurado que durante este año y el siguiente el ciclo solar máximo continuará. Esto implica poder continuar disfrutando de espectaculares auroras boreales, pero también sufrir fallos tecnológicos de magnitud que aún no podemos predecir. ¿Días de la Edad Media por delante?
Vigilando la actividad solar de los próximos meses
El comunicado publicado por la NASA expone cómo el Sol atraviesa un ciclo, que dura alrededor de 11 años, en el que su actividad magnética fluctúa. Tanto la agencia espacial como la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica tienen equipos encargados de seguir la evolución de las manchas solares, que son las que nos ofrecen los indicios para controlar las fases del ciclo solar. Jamie Favors, director del Programa de Clima Espacial de la NASA, asegura que:
Durante el máximo solar, el número de manchas solares y, por tanto, la cantidad de actividad solar, se incrementa. Este incremento en la actividad proporciona una emocionante oportunidad para aprender acerca de nuestra estrella más cercana, pero también causa efectos reales en la Tierra y a través del sistema solar.
Y hablando de estos efectos, no tenemos que viajar demasiado atrás en el tiempo para toparnos con evidencias de que la actividad solar nos afecta de lleno. El pasado mes de mayo, además de observar increíbles auroras boreales en partes del planeta menos comunes, también pudimos dar fe de cómo las partículas cargadas procedentes del Sol y los campos magnéticos impulsados desde la estrella nos enviaron la mayor tormenta solar de las últimas dos décadas.
Científicos involucrados en el seguimiento del astro rey aseguran que este pico de actividad, el máximo solar, se mantendrá al menos durante el próximo año, hasta que comience una fase de declive, que nos volverá a llevar a un mínimo solar. A pesar de que los ciclos solares suelen ser de 11 años, cada uno de ellos es diferente, con picos y actividad solar de diversas índoles. Lisa Upton, copresidenta del Panel de Predicción del Ciclo Solar, afirma:
La actividad de las manchas solares del Ciclo Solar 25 ha excedido ligeramente las expectativas. De todos modos, a pesar de observar algunas grandes tormentas, no son tan grandes como las que podríamos haber esperado durante la fase máxima del ciclo.
Es bastante improbable que, durante el próximo año, una de estas tormentas geomagnéticas arrasen con la tecnología del planeta, pero no imposible. De afectar severamente, podríamos enfrentarnos a un caos de comunicaciones y energía que nos sumiría, como avanzábamos en el titular del artículo, en una Edad Media momentánea. Y no estamos acostumbrados a dejar de lado la tecnología durante nuestro día a día.
Lo sí sabemos es que misiones como la Parker Solar Probe de la NASA nos ayudarán a entender la naturaleza del Sol, alcanzando en diciembre de este mismo año su máxima aproximación a nuestra estrella. Por el momento, disfrutaremos de las auroras boreales y esperaremos no tener que volver a las señales de humo y las palomas mensajeras porque el Sol se ha enfadado y nos ha enviado un ataque de partículas que nos ha frito el planeta.
El artículo Podríamos regresar próximamente a la Edad Media y la culpa la tiene el Sol y su extrema actividad fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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