La inteligencia artificial, como todo en la vida, tiene sus cosas buenas y malas. Respecto a las buenas, pues que nos hace la vida un poco más fácil, o eso es lo que busca Microsoft con sus bots personalizables para librar a las personas de las tareas más aburridas o monótonas, además de sus herramientas dirigidas al personal sanitario. Es por eso que no debería extrañarnos que esté realizando una inversión milmillonaria en México para convertir al país norteamericano en un enorme centro de procesamiento de IA.
Una parte del lado negativo tiene que ver con el gran consumo de agua que la inteligencia artificial necesita para poder seguir en funcionamiento, lo que ha llevado a grandes compañías tecnológicas como Google y Amazon a tener que depender de la energía generada por reactores nucleares de pequeño tamaño para poder abastecer sus servidores y centros dedicados.
Pero esto no es todo, y es que la inteligencia artificial también se utiliza para la desinformación. Cada vez es más complicado distinguir imágenes reales de las ficticias generadas por Midjourney, Stable Diffusion u otros servicios, de modo que llegará un punto en el que no sepamos si Donald Trump ha sido detenido realmente o si el Papa Francisco está llevando un abrigo que bien podría ser de Balenciaga. Ahora los estafadores la están usando para hacerse pasar por policías.
Los estafadores también actualizan sus métodos aprovechando que la inteligencia artificial es cada vez mejor
La tecnología, como hemos comentado anteriormente, se puede usar tanto para el bien como para el mal. Lo que ocurre es que cuando se utiliza para hacer daño y estafar se vuelve muy peligrosa. Un buen ejemplo lo encontramos en la multa de Japón a Meta por sus anuncios fraudulentos con imágenes de personalidades del país para engañar a los usuarios.
Recientemente, el Departamento de Policía de Salt Lake City (Utah, Estados Unidos de América) ha advertido de una estafa por correo electrónico que utilizaba inteligencia artificial para clonar de manera convincente la voz del jefe de policía Mike Brown. Y es que un ciudadanos avisó al cuerpo de seguridad después de recibir un mensaje que mostraba un vídeo del jefe de policía afirmando que «le debía al gobierno federal casi 100.000 dólares».
El método, aunque aparentemente sencillo, tiene su trabajo detrás. Y es que los estafadores, para engañar a las víctimas, obtuvieron imágenes reales de una de las entrevistas televisivas del jefe de policía, las cuales fueron adjuntadas con un audio generado por inteligencia artificial que imitaba de manera muy convincente la voz de Brown.
Esto es muy peligroso, ya que la gente que no está al tanto de las posibilidades que ofrece la inteligencia artificial, como personas poco tecnológicas o mayores, son presa fácil para este tipo de timos. ¿Quién va a sospechar que el jefe de policía de tu ciudad, el cual te está hablando en un vídeo, quiere engañarte? Propio de un episodio de Black Mirror, desde luego.
No es nuevo que los estafadores intenten hacerse pasar por policías o funcionarios gubernamentales para que sus víctimas caigan en la trampa. Pero la inteligencia artificial es una herramienta muy poderosa para hacer que esos engaños sean cada vez más realistas y difíciles de identificar, sobre todo cuando la clonación de voz es casi perfecta (aunque todavía suena algo robótica).
No es extraño, por tanto, que OpenAI, la empresa tras el robot conversacional ChatGPT, haya dudado sobre si lanzar o no sus tecnologías más recientes por los peligros que pueden entrañar. Y es que ya está disponible el modo avanzado del chatbot, que ofrece conversaciones más humanas y menos robóticas, sintiéndose más personal que nunca.
El Departamento de Policía de Salt Lake City asegura que un experto en tecnología podría haber detectado las pistas que indicaban que el vídeo del jefe Mike Brown estaba manipulado. Por ejemplo, contiene patrones de habla antinaturales, un énfasis extraño y ciertas palabras con tono inconsistente. Pero lo peor de todo (o mejor, según se vea), es que el correo procedía de una cuenta de Gmail con el nombre del Departamento de Policía de la ciudad seguido de un código numérico, como explica la fuente.
El artículo Las estafas con inteligencia artificial son cada vez mejores: ahora los timadores se hacen pasar por policías fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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