El polvo es muy habitual en el universo y acabamos de aprender los dos métodos más eficaces para ‘limpiar’ el cosmos de su presencia

Aún nos cuenta entender el paso del tiempo, que provoca que, por ejemplo, en tu hogar se acumule polvo al cabo de los días y que tengas que limpiarlo para mantenerla limpia. En el universo parece suceder algo similar. Entre objetos celestes, estrellas y planetas, gases, polvo y partículas fundamentales se mezclan para conformar el cosmos que conocemos. Sin embargo, no es tan habitual hablar acerca de cómo se regula la cantidad de polvo en el espacio, algo que es habitual y que puede suceder de varias maneras.

Eliminando el polvo del cinturón de Kuiper

Para atajar este curioso fenómeno, tenemos que hablarte de un artículo publicado en el repositorio de prepublicaciones arXiv, en el que se expone el trabajo llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de Boston, liderado por Jesse Miller, astrónomo encargado de explorar cómo los eventos en la Vía Láctea afectan a la Tierra y al resto del sistema solar.

Si hablamos del sistema solar, sabemos que un alto porcentaje del polvo que se acumula se encuentra en el cinturón de Kuiper, el disco ubicado en el sistema solar exterior que va desde la órbita de Neptuno hasta 50 unidades astronómicas del Sol. Este polvo es, básicamente, el resultado de colisiones entre diferentes objetos, habitualmente asteroides, y se compone de granos de menos de un milímetro. Por cierto, estamos hablando de más de 3 millones de gigatoneladas de polvo espacial las que componen esta región del espacio.

Pero, volviendo al estudio que te mencionábamos anteriormente, Jesse Miller y el resto de investigadores exponen lo qué sucedería en el cinturón de Kuiper en dos escenarios muy distintos: una explosión estelar a 160 años luz de la Tierra o que el sistema solar atravesara una densa nube de material estelar. Y es que parece que la mencionada explosión sucedió hace 3 millones de años, liberando isótopos radioactivos de hierro y eliminando la heliosfera del Sol, esa barrera que nos protege de la radiación de la Vía Láctea.

Los investigadores afirman que cualquiera de los dos escenarios es capaz de eliminar el polvo de menos de un milímetro acumulado en el cinturón de Kuiper, comparándolo con el encendido de un ventilador gigante. Por ejemplo, una explosión estelar, lo que se conoce como supernova, puede crear corrientes de 10.000 kilómetros por segundo, lo que permitiría barrer el polvo acumulado en cuestión de decenas de miles de años. Si hablamos de atravesar una densa nube de material estelar, la limpieza duraría un millón de años.

La explosión de una estrella a 160 años luz podría alcanzar la órbita de Saturno, mientras que la nube de material que forma las estrellas sería capaz de alcanzar la órbita de Mercurio, lo que implicaría que limpiaría el polvo acumulado casi cerca de la Tierra. Y es que el cosmos no solo está repleto de cuerpos celestes extraordinarios, sino también de polvo y de fenómenos que lo eliminan como si de una turbina misteriosa se tratase.

El artículo El polvo es muy habitual en el universo y acabamos de aprender los dos métodos más eficaces para ‘limpiar’ el cosmos de su presencia fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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