50 años del envío del mensaje de Arecibo

El mensaje de arecibo puesto «bonito» en forma de mapa de bits – SETI Institute

Hoy se cumplen 50 años del envío del mensaje de Arecibo. Así que ya ha pasado una milésima parte del tiempo necesario para que nos contesten. Suponiendo que nos fueran a contestar, claro, lo que es extremadamente improbable.

El mensaje fue enviado hacia cúmulo globular Messier M13, situado a unos 25.000 años luz de nosotros. Así que aún si nos contestaran inmediatamente sería necesario que pasaran 50.000 años para recibir la respuesta. Claro que para entonces lo mismo hemos conseguido extinguirnos, con lo que lo mismo no hay nadie para escuchar esa respuesta.

Respuesta que, en cualquier caso, ya no podrá ser recibida por el radiotelescopio de Arecibo, cuya plataforma de instrumentos se desplomó sobre la antena en diciembre de 2020, lo que llevó a que fuera desmantelado. Aunque tampoco cabía esperar que fuera a durar los 50.000 años necesarios por muy bien cuidado y mantenido que estuviera.

Pero además, es altamente improbable que nadie ahí fuera vaya a caer en la cuenta de que es un mensaje de otra civilización porque, entre otras cosas, sólo se transmitió una vez. Así que nada de darse cuenta de que es un mensaje no natural gracias a que se repite.

Y aunque lo recibieran y lo grabaran y se dieran cuenta de que no tiene un origen natural, habría que ver si son capaces de descifrarlo y de entender lo que quisimos decir en él. Porque la imagen de ahí arriba está puesta «en bonito». Pero en realidad el mensaje es algo así como esto:

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Eso son 1.679 unos y ceros. Pero es que también los unos y ceros son una forma de ponerlo bonito. En realidad son señales de radio que cambian esas 1.679 veces. Quien lo reciba tiene que caer en la cuenta de que 1.679 sólo se puede descomponer en 23×73 o 73&;times;23. Y darse cuenta después de que de las ocho simetrías posibles sólo si los organizas con los unos y ceros ordenados de izquierda a derecha y de arriba abajo genera información coherente…

Coherente a nuestros ojos e intelectos humanos, claro. Que tampoco está nada claro que fueran capaces de entender qué demonios quieren decir todos esos bits.

En cualquier caso la señal de Arecibo más que un intento serio de comunicarnos con alguien ahí fuera, que no lo es, era en realidad una especie de demostración del avance tecnológico de la humanidad.

Lo que sí es una pena es que el radiotelescopio haya resultado destruido; sus contribuciones a la ciencia fueron numerosas en los algo menos de 60 años en los que estuvo en funcionamiento. Aparte de salir en varias películas.

La destrucción del radiotelescopio, por cierto, tuvo que ver con la falta de mantenimiento. Pero también con que se estaba «friendo» a si mismo mientras emitía señales de radio con el transmisor más potente del planeta. O esa, al menos, es la teoría más plausible que se maneja hasta ahora.

Mi caaaasaaa teleeeeefono…

# Enlace Permanente

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