Te presentamos al lobo etíope, también conocido en otros lugares como chacal del Semién o caberú. De entre todos los animales en peligro de extinción en África, este es uno de los más amenazados, dado que existen menos de 500 ejemplares en libertad. Es importante mantener su legado en los territorios que habitan, no solo por el equilibrio del ecosistema, sino porque son parte fundamental del proceso de polinización. Sí, no nos hemos equivocado. Ahora te lo explicamos.
Lobos, «chucherías» silvestres y una dieta con toques dulces
Gran parte de la dieta del lobo etíope está compuesta por pequeños roedores, pero también se ha comprobado que esta especie de cánido tiene un gusto exquisito por un tipo de planta muy particular. Estamos hablando de un tipo de planta que se enmarca en el género Kniphofia y que produce flores de color amarillo, rojo o naranja, por lo que son conocidas habitualmente por denominaciones como antorcha o palos rojos ardientes.
Si podemos calificar al lobo etíope como carnívoro, también podemos hablar de su gran afición a las plantas que te mencionábamos anteriormente. Según un reciente artículo publicado en la revista científica Ecology, este lobo africano disfruta mucho alimentándose del dulce néctar de las antorchas que ve a diario.
Los fotógrafos Carine Lavril y Adrien Lesaffre nos han regalado las instantáneas que te mostramos sobre estas líneas, que demuestran cómo estos animales se alimentan también del néctar de las plantas del género Kniphofia. Parece que es en el momento en que las plantas florecen, entre los meses de mayo a octubre, cuando los lobos etíopes son atraídos por los colores y sabores de sus flores.
Según la información publicada en la página web del Programa de Conservación del Lobo Etíope, sabemos que se ha observado a algunos ejemplares de esta especie de lobo alimentarse de hasta 30 tallos de estas plantas durante un único día. Además, dado que también existe presencia de individuos jóvenes, este comportamiento podría estar pasando de generación en generación.
Antes hablábamos de la función polinizadora de estos lobos. Si aprecias la tercera imagen del collage superior, te darás cuenta de que los lobos acaban con el hocico cubierto de polen, lo que permite que, al desplazarse a otras áreas, estos granos sean liberados para continuar esparciendo a estas especies del género Kniphofia. Claudio Sillero, director de la organización, afirma:
Fui consciente del néctar del palo rojo ardiente etíope cuando vi a niños de pastores en las Montañas Bale chupando las flores. En poco tiempo, yo mismo lo probé y el nectar estaba agradablemente dulce. Cuando después vi a los lobos hacer lo mismo, supe que lo estaban disfrutando, aprovechándose de esta inusual fuente de energía. Estoy encantado de que hayamos mostrado este comportamiento como algo habitual entre los lobos etíopes y que hayamos explorado su importancia ecológica.
Tanto lobos como personas, la comunidad Oromo local utiliza el néctar de estas plantas como miel, aprecian un manjar que la naturaleza les ofrece en su entorno. Ahora, ya sabemos que algunos animales carnívoros, quizás por costumbre, quizás por afición, también disfrutan de premios dulces entre roedor y roedor. Y es que un postre es la mejor manera de acabar un festín culinario, ¿verdad?
El artículo Son salvajes carnívoros y viven en África, pero no pueden resistirse a estas «chucherías» que crecen en estas plantas fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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