Cuál es el kilometraje máximo admitido para comprar un coche de segunda mano

Sabemos más que de sobra que la edad de los coches se mide más en kilómetros que en años. Sin embargo, cuando estamos buscando un coche usado en una web o en un compraventa de nuestra ciudad, no resulta tan sencillo determinar qué coche es apto y cuál no en función únicamente del cuentakilómetros.

El kilómetro es la medida que usamos para medir el uso de cualquier coche, independientemente del tipo de motor que tenga o el uso que se haga del mismo. Aunque te parezcan todos muy parecidos, no todos los coches son iguales. Y, por sorprendente que parezca, dos coches que tienen el mismo kilometraje no tienen por qué estar en el mismo punto de su ciclo de vida.

Como ejemplo antes de abrir más este tema, una berlina diésel con 150.000 kilómetros puede estar a menos de la mitad de su vida. Por otro lado, un coche de ciudad que tenga esa misma cifra en el salpicadero puede estar en un estado cercano al desguace.

Por suerte, estás en el lugar adecuado. Si estás buscando un coche usado y no tienes muy claro el kilometraje que es apto para la compra, sigue leyendo.

¿Gasolina o diésel?Motores de gasolinaMotores diéselUso previo del vehículoUso futuro del cocheOtros factores ligados al kilometrajeProximidad a mantenimientosDurabilidad de los componentes del vehículo

¿Gasolina o diésel?

Lo principal es calcular cuánta vida le queda al motor por delante

Somos poco originales con la pregunta, pero es justo por donde hay que empezar. En función del tipo de motor que lleve el coche que estás mirando, puedes tener una manga un poco más ancha con los kilómetros.

Motores de gasolina

En términos generales, los coches con propulsores de gasolina suelen tener una vida útil algo más corta que los diésel. Esto no los hace peores, ya que se debe a la propia construcción de los motores. Los motivos por los que esto ocurre son los siguientes:

Más fricción: los motores de gasolina giran a regímenes más altos. Dan el par máximo a rangos sustancialmente altos (4.000 RPM aproximadamente) y la potencia en la parte más alta del tacómetro. Al girar más rápido, hay un mayor rozamiento a la larga, que se traduce en desgaste.Materiales más livianos: la esencia del motor de gasolina es que tenga una respuesta muy rápida. En las últimas décadas, muchos fabricantes han aligerado los motores para esto último, apostando fuertemente por las aleaciones de aluminio. El resultado son motores potentes y con poco consumo. Pero, obviamente, al usar materiales más blandos, la vida útil se reduce en cierta medida.

Sabiendo esto, podríamos hablar detenidamente de la cilindrada, el tipo de potenciación del motor o incluso los sistemas anticontaminación que existan. No lo vamos a detallar aquí porque ya hicimos una entrada bastante completa sobre cuál es el kilometaje máximo de un coche de combustión. Todo lo que necesitas saber está justo en ese enlace.

Obviando eso último, un coche con motor gasolina que ronda los 150.000 a 200.000 kilómetros no debería ser una mala compra siempre y cuando no se pasen el resto de líneas rojas que vamos a seguir comentando en este artículo.

Motores diésel

La gasolina es perfecta para los recorridos cortos. El diésel, justo para todo lo contrario. A la hora de comprar un coche usado con motor diésel, los kilómetros no deberían ser tu principal preocupación. Si el coche se considera fiable y ha tenido un buen mantenimiento, no lo descartes al ver el número.

Los motores diésel tienen de media una vida útil más larga que los de gasolina. No es que los ingenieros los hagan así por gusto. Hay una explicación técnica por la que esto ocurre:

Mayores presiones: los motores diésel funcionan con una compresión muy alta. Al generarse tanta presión dentro de las cámaras, se tienen que usar materiales más robustos. De ahí que también sean motores más caros.Menos fricción: si has subido de vueltas alguna vez un diésel, habrás notado la escandalera que eso supone. No son propulsores diseñados para llevarlos al tope. Al contrario. Dan el par motor muy abajo. La potencia máxima la entregan sobre las 4.000 RPM aproximadamente. Al girar menos, también hay menos fricción. Traducido al español: se gastan menos con el uso.

Al igual que hicimos en el punto anterior, te invitamos a seguir dicho enlace para que tengas clara la durabilidad máxima que puede tener un motor diésel concreto. Si hablamos en términos generales, un propulsor de tamaño mediano es apto si está todavía en un rango de uso entre los 200.000 y los 300.000 kilómetros. No obstante, volvemos a recalcar la importancia del buen mantenimiento.

Uso previo del vehículo

¿Particular o profesional? ¿Uso esporádico o uso intensivo diario?

Independientemente de que el coche tenga motor gasolina o diésel, lo que más desgasta la mecánica son los ciclos de arranque y parada. Por eso, el kilómetro no es una medida infalible. Por poner un ejemplo gráfico, un vehículo con 15 años que tiene un motor 2.0 diésel y que tiene 50.000 kilómetros, puede ser una compra pésima. Por otro lado, ese mismo modelo, pero en una unidad de 150.000 kilómetros, puede ser mejor compra —ahora te lo explicamos, no te preocupes si no lo entiendes—.

No nos hemos vuelto locos. Los kilómetros «hablan». Y si no hablan por sí solos, también podemos preguntar al vendedor qué rutina ha tenido con el vehículo. Por norma general, tienes que saber estas dos máximas:

Los coches usados que tienen kilometrajes bajos suelen haber hecho muchos trayectos de ciudad. En ellos se desgasta el embrague, la transmisión y los sistemas anticontaminación. En coches que tienen un kilometraje inusualmente bajo, también podemos desconfiar del mantenimiento que se le ha hecho en caso de que tengan también muchos años.El kilometraje en carretera es el ideal. Un vehículo que ha hecho desplazamientos de este tipo habrá trabajado en temperaturas óptimas, sin cambios de ritmo y sin usar excesivamente el embrague. El salpicadero mostrará una cifra más alta, pero será menos preocupante.

Sabiendo esto, no te sorprenderá si te decimos que una berlina o un SUV con cientos de miles de kilómetros y un par de años puede estar en mejor estado que un compacto de un solo dueño que tiene más kilómetros y que apenas tiene 40.000.

Uso futuro del coche

Si vas a usar el coche solo los fines de semana, el kilometraje no es lo que más debería preocuparte [Imagen: Michel Curi](https://www.flickr.com/photos/119886413@N05/19053943909)

Otra pregunta que debemos hacernos es qué plan de uso tenemos para el vehículo. ¿Nuestra intención es hacerle muchos o pocos kilómetros? ¿Queremos revenderlo más adelante o la idea es que finalice su vida útil en nuestra casa? La respuesta a estas preguntas puede ser un condicionante importante a la hora de comprar.

Si nuestro objetivo es comprar un coche para viajar bastante y durante unos cuantos años, es prioritario dar con una unidad que no tenga un kilometraje muy alto. Sin embargo, si nos vamos a mover muy poco, entre unos 6.000 y 10.000 kilómetros al año, un coche pasado de kilómetros que se vende barato no tiene por qué ser una mala compra. ¿Es un coche que vas a usar durante un par de años y que luego se va a ir al desguace? Adelante.

Un tanto de lo mismo pasa si buscamos un vehículo de trabajo o un deportivo. Si tu intención es comprar, disfrutar o usar y luego revender al poco tiempo, el kilometraje no va a ser un factor limitante siempre y cuando el vehículo tenga un precio decente.

Otros factores ligados al kilometraje

Sí, hay fallos que aparecen al cumplirse un número de kilómetros. Como si el coche tuviera un reloj

Además de los puntos anteriores, conviene tener también en mente estos últimos detalles para afinar la compra y no acabar cometiendo un error que nos puede salir caro.

Proximidad a mantenimientos

Los coches tienen decenas de componentes a los que hay que hacerles un mantenimiento. Algunos son caros y otros son más baratos. Se pueden hacer por kilometraje o por tiempo, aunque lo más habitual es lo primero.

Mucho ojo aquí. Cuando vayas a comprar un coche usado, hay que ser muy insistente con las preguntas. Debes tener la seguridad de que el coche se ha mantenido como es debido. Y en esto último, conviene que, si hay que hacerle algún tipo de mantenimiento al coche en los próximos meses, que sea de los baratos. Si hay que hacer una distribución, un cambio de neumáticos o sustituir discos y pastillas de freno, el precio de venta debería reflejarlo.

Durabilidad de los componentes del vehículo

Al igual que algunas enfermedades comienzan a aparecer a determinadas edades, hay averías que surgen en determinados vehículos a partir de cierto kilometraje.

No es algo predecible que podamos resumir en una lista. Hay cajas de cambio que comienzan a fallar cada cierto kilometraje, motores que comienzan a quemar aceite a partir de determinado momento o juntas de culata que tienen determinada vida útil.

Para evitar que acabes comprando la patata caliente, lo único que puedes hacer es informarte previamente de las averías típicas de dicho vehículo, así como de sus componentes clave (motor y transmisión, principalmente). Si no sabes por dónde empezar, pregunta en un foro específico.

Como despedida, te dejamos esta entrada en la que te explicamos qué hay que mirar al comprar un coche de segunda mano. Es una guía muy útil que te va a permitir revisar cualquier vehículo y no saltarte puntos importantes.

Si por tu mente ronda la idea de hacerte con un vehículo como un Tesla, tenemos otra guía equivalente en la que hablamos de qué hay que mirar al comprar un coche eléctrico de segunda mano.

El artículo Cuál es el kilometraje máximo admitido para comprar un coche de segunda mano fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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