La imaginación del ser humano es, en ocasiones, poderosa aliada para contemplar ciertas imágenes a las que nuestra mente quiere dotar de algún sentido. Desde que el telescopio espacial James Webb nos ha permitido realizar observaciones imposibles hace décadas, muchos expertos astrónomos y aficionados al cosmos han podido deslumbrarse con algunas de sus creaciones. En este caso, te invitamos que conozcas a dos galaxias, que parecen haber sido unidas por una casualidad en forma de fotografía espectral.
Los ojos ensangrentados que acechan en el cosmos
La imagen de portada, que puedes ver en más detalle bajo estas líneas, muestra lo que podrían ser los ojos de una entidad primigenia nacida en los albores de un universo creado en un cómic de Marvel. Sin embargo, estamos hablando de un par de galaxias, que a pesar de poder ser mostradas en una misma imagen, llevan millones de años acechándose.
A la izquierda, la galaxia espiral más pequeña tiene como nombre IC 2163. A su derecha, tal y como se explica en la página web de la NASA, aparece la galaxia espiral NGC 2207, que parece que lleva siendo observada desde hace millones de años por su vecina cósmica. Por cierto, esta imagen es el resultado de combinar la imagen en infrarrojo medio del telescopio James Webb con la imagen en luz visible y ultravioleta obtenida por el telescopio Hubble.
Sin embargo, esta no es la única imagen de un este par de ojos cósmicos acechando en una región ignota del espacio. El baile galáctico entre IC 2163 y NGC 2207 también es mostrado a través de la imagen del infrarrojo medio captada por el telescopio espacial James Webb, tal y como puedes comprobar bajo estas líneas.
Para que comprendas lo que estás observando, el color blanco que puedes ver en la fotografía representa el polvo cósmico que recorre ambas regiones del espacio. Aquellas zonas en el interior de los ojos blancos que se iluminan en color rosa, serían estrellas y cúmulos estelares que navegan entre el frío polvo del universo. En el resto de la imagen, también podrás apreciar otros puntos rosados, que podrían representar lo que se conocen como cuásares, es decir, agujeros negros supermasivos en la lejanía del cosmos.
El ratio de formación de estrellas de ambas galaxias es considerado alto, produciendo alrededor de dos docenas de nuevas estrellas, del tamaño del Sol, cada año. Si nos ubicamos en la Vía Láctea, por comparar ratio de formación, únicamente dos o tres estrellas son creadas en nuestra galaxia anualmente.
Además, se sabe que ambas galaxias han visto aparecer hasta 7 supernovas en las últimas décadas, algo impensable en nuestra galaxia, que posee una supernova, de media, cada 50 años. Estos fenómenos, además, son realmente útiles para despejar el espacio donde se producen, ya que organizan el polvo y gas a su alrededor y permiten que puedan volver a crearse nuevas estrellas.
El artículo Existen dos «ojos inyectados en sangre» en el universo y han sido desvelados por los telescopios espaciales James Webb y Hubble fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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