Tener acceso a Internet es un proceso mucho más complejo que simplemente encender el router instalado en nuestro hogar o activar la conexión de datos del teléfono móvil inteligente o tableta. Hay un elemento muy importante que mucha gente desconoce: los cables submarinos. Estos cables son de alta capacidad y se colocan en el lecho marino para transmitir datos a través de largas distancias.
Aunque contamos con un artículo en Urban Tecno que explica muy bien el funcionamiento de estos cables, además de uno muy reciente que recopila los nueve cables submarinos más largos del mundo, mencionar que sirven para interconectar diferentes partes del mundo y su uso principal son las telecomunicaciones: Internet, telefonía y transmisión de datos.
Si bien están diseñados para ser duraderos y resistentes, ya que hay que hacerlos a prueba de tiburones, no son irrompibles. Si sufren daños, acabaría provocándose un desastre digital que afectaría a un país o, en caso de mayor gravedad, varias zonas del mundo. Y es que el 99% de las comunicaciones digitales del mundo dependen de estos cables. Por eso son un gran punto de interés para sabotear gobiernos.
La tensión geopolítica es palpable: desde Rusia y Ucrania hasta China y Taiwán, pasando por Israel y Gaza
Hace unos días, más concretamente durante el 17 a 18 de noviembre, dos cables submarinos de fibra óptica ubicados en el mar Báltico fueron dañados. Según el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, dicho acto fue probablemente un acto de sabotaje. Y es que la policía sueca asegura que el carguero chino Yi Peng 3 se encontraba en la zona cuando los cables fueron cortados, lo que resulta sospechoso.
La situación geopolítica a nivel mundial es bastante tensa. Ya no es solo la guerra entre Rusia y Ucrania, sino que también están los conflictos de China con Taiwán e Israel con Gaza. Y los cables submarinos son muy importantes porque facilitan las transacciones financieras, transportan las comunicaciones gubernamentales confidenciales y permiten realizar llamadas de voz y vídeo a través de Internet.
Son de vital importancia para mantener la economía global, y un claro objetivo de cualquier país interesado en hacer daño a sus oponentes hasta desestabilizarlos por completo. Por ejemplo, Recorded Future, una firma estadounidense especializada en ciberseguridad, informó el año pasado de que Rusia estaba monitorizando activamente los cables submarinos para infligir daño a Ucrania.
Aparte de Rusia, la Oficina Nacional de Auditoría de Taiwán comunicó que muchos barcos extranjeros habían dañado los cables que unen el país con sus islas exteriores. Nada más y nada menos que 36 veces desde 2019, con 12 incidentes registrados únicamente el año pasado. Uno de los mayores incidentes tuvo lugar el pasado febrero de 2023, cuando dos cables que unían Taiwán con las islas Matsu se dañaron a causa de barcos pesqueros chinos y un buque de transporte de mercancías.
Se estima que hay alrededor de 100 cables dañados cada año que evitan que las telecomunicaciones funcionen de manera óptima. La mayoría se estropean a causa de barcos de forma accidental. Sin embargo, su reparación es muy costosa: un cable submarino cuesta alrededor de 40 mil dólares por milla (1,60 kilómetros), y un nuevo cable transatlántico podría valer entre 200 y 250 millones de dólares, según el grupo de investigación Dgtl Infra.
Según los últimos datos, hay 559 cables submarinos y 1.636 aterrizajes actualmente activos o en construcción. El mapa ha registrado un incremento de 30 nuevos cables submarinos y 192 puntos de aterrizaje en comparación con la edición del año pasado. Puedes consultar de manera gratuita el mapa de los cables submarinos, que está actualizándose constantemente para añadir las novedades.
El artículo Están cortando los cables submarinos de telecomunicaciones. Es la «nueva» forma de sabotear gobiernos fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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