Queríamos saber cuál era el impacto de la sonrisa en la mejora de nuestro humor. Este estudio lo ha comprobado a base de descargas eléctricas

Si hay algo que define al ser humano y nos diferencia de las máquinas impulsadas por inteligencia artificial son las emociones. Estar feliz, triste o asustado nos conforma como especie e individuos independientes. Ahora bien, ¿cómo afectan esos sentimientos a nuestro cuerpo? Pues un nuevo estudio da pistas sobre lo que hace una sonrisa en nuestro sistema, incluso aunque sea impostada, puede tener grandes beneficios.

Detrás de una sonrisa se esconden muchas cosas, como ya descubrimos hace tiempo en un artículo. Esta emoción acompañada de una expresión facial normalmente nos aparece cuando estamos felices o satisfechos por algo. No es algo único de los seres humanos, ya que los delfines también pueden sonreír como nosotros. No obstante, entre el ser humano es algo cultural, pues hay países en los que ni siquiera se sonríe. En Japón por ejemplo están aprendiendo a hacerlo.

Al final Mocedades tenía razón: el truco es sonreír

Sin irnos más por las ramas y entrando en material, el nuevo estudio publicado en la revista científica APA PsycNet ha demostrado que la sonrisa o el ceño fruncido, a pesar de ser impostados, modulan la emoción sentida por el individuo, así como su fisiología. Esto quiere decir que aquella frase que se suele decir, “sonríe para ahuyentar las penas”, puede que sea útil y efectivo.

Más allá de sonreír o fruncir el ceño, el experimento llevado a cabo por los científicos se ha realizado mediante descargas eléctricas. Los investigadores han buscado una respuesta en esta estimulación para obligar a los voluntarios a curvar las comisuras de la boca hacia arriba o hacia abajo, incluso para crear un ceño fruncido. La idea era encontrar evidencias de que el acto físico de hacer esas expresiones parece tener un impacto directo en las emociones humanas haciendo que las personas se sientan más o menos positivas.

La sonrisa del delfín
El juego de los delfines puede incluir acrobacias, surfear, jugar con objetos y perseguirse, pero ahora, un grupo de científicos italianos ha descubierto que los delfines nariz de botella también se “sonríen” entre sí mientras juegan.https://t.co/LJ770aETZD pic.twitter.com/1Sd67vhQM0

— Arturo Barba Navarrete (@abanav) October 2, 2024

Aunque el estudio es reciente, las pruebas en este sentido no han sido raras en el ámbito científico. Desde mediados del siglo XIX las personas de ciencia han querido desentrañar los secretos de las emociones humanas y han conseguido, poco a poco, ir aportando luz. En tiempos recientes varios estudios determinaron que las expresiones de sonrisa o tristeza podrían afectar a las personas de manera directa. Sin embargo, a esos resultados se opusieron otros que decían lo contrario, que no había evidencia de esto.

Ahora, en el examen llevado a cabo por varios investigadores y 58 voluntarios usando impulsos eléctricos parece que sí se ha conseguido llegar a unos resultados más claros. En las pruebas, a estas personas se les colocaron unos electrodos donde por segundos se les daban descargas eléctricas mientras observaban distintas imágenes. Así los expertos pudieron comprobar cómo afectaba esto a las emociones sensoriales.

Los resultados del experimento son prometedores, ya que nos ayudan a comprender mejor aspectos internos del ser humano, por lo que en un futuro próximo podrían tener aplicaciones más diversas.

El artículo Queríamos saber cuál era el impacto de la sonrisa en la mejora de nuestro humor. Este estudio lo ha comprobado a base de descargas eléctricas fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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