“En general, los modelos de OpenAI [que están detrás de ChatGPT] muestran una postura ideológica particular, en contraste con las preferencias más progresistas y orientadas a los derechos humanos de otros modelos occidentales”, dice un nuevo estudio sobre la ideología de los grandes modelos de lenguaje. Su conclusión es que cada modelo de inteligencia artificial (IA) refleja las opiniones de sus creadores. A ChatGPT le gustan menos las organizaciones supranacionales —como Naciones Unidas o la UE— y las políticas de bienestar, que son dos conceptos apreciados por la izquierda. Gemini, la IA de Google, muestra, en cambio, “una fuerte preferencia por la justicia social y la inclusividad”.
Dejar una contestacion