El mercado de los coches eléctricos sigue en pleno crecimiento, pero lo cierto es que está siendo sostenido por las ayudas públicas. Los incentivos fiscales son un atractivo que permite hacer competitivos a estos vehículos frente a los modelos con motores de combustión. ¿Acabará Donald Trump con esta política de estímulos para favorecer las mecánicas eléctricas? Sabemos que el candidato republicano a las elecciones de Estados Unidos no apoya la industria del coche eléctrico, pero lo cierto es que podría ir todavía más allá.
Donald Trump da la espalda al coche eléctrico en plena candidatura por la Presidencia
La industria del coche eléctrico está creciendo a doble dígito desde la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación, la cual fue aprobada por Joe Biden. Entre otras medidas, esta legislación tiene por objeto el desarrollo de un tejido industrial próximo a las baterías eléctricas empleadas en la movilidad, así como una mejora de las condiciones comerciales de estos vehículos en el plano nacional. Donald Trump, ahora, ha dejado entrever, de acuerdo con Jolopnik, que dejará de incentivar todo aquello relacionado con el mercado libre de emisiones.
Este medida ha generado detractores, incluso, en el lado republicano, ya que muchos de los incentivos otorgados han servido para crear puestos de trabajo en el seno del país. Su eliminación podría dificultar el crecimiento de la tecnología eléctrica, algo que deteriorará las ventas de la automoción nacional. Cabe destacar, del mismo modo, que gracias a esta política podría obtener fondos para financiar la campaña electoral por parte del lobby de las empresas más próximas al petróleo. ¿Estamos ante una nueva apuesta por los motores de combustión de gran cubicaje?
En mercados como el europeo, la técnica del downsizing ha provocado la reducción prolongada de las mecánicas V8 en adelante, situándose las opciones turboalimentadas como las alternativas más interesantes. Se sabe que la tecnología eléctrica tiene una serie de ventajas respecto a las mecánicas convencionales, pero lo cierto es que aquellos vehículos con baterías siguen siendo menos competitivos que estos últimos. En este contexto, podríamos ver una progresiva tendencia hacia la reducción de ayudas públicas en la automoción sostenible estadounidense.
Pese a que aún quedan unos meses para el inicio de la campaña estadounidense para la próxima legislatura, los republicanos y los demócratas ya han comenzado los primeros movimientos para atraer el voto. Lo cierto es que Donald Trump no tendrá la potestad para eliminar el coche eléctrico de las carreteras o las propias líneas de montaje, pero sí puede producir una limitación de su desarrollo debido al corte de los incentivos fiscales. Aun así, habrá que esperar un tiempo todavía para ver cómo se desarrollan los acontecimientos.
El artículo El expresidente Donald Trump busca detener todas las ventas de coches eléctricos en Estados Unidos fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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