Un año más la Navidad ya esta aquí y con ella las innumerables decoraciones que todos ponemos en nuestra casa y también en las calles. Sin embargo, de todas ellas la que más llama la atención es el árbol. Ya sea real o de plástico, decorar el abeto es lo más tradicional junto al Belén. Ahora bien, esta tradición nació hace mucho tiempo y proviene de los antiguos celtas.
Como decíamos, el ser humano moderno no ha inventado las navidades, ni siquiera el roscón de reyes. Ambas cosas provienen de una mezcla de las tradiciones romanas y vikingas. El colocar el árbol es algo parecido, ya que como hemos dicho era algo que realizaban los antiguos pueblos celtas. En cierta época todo lo que no era cristianismo era considerado “paganismo” y una de las tradiciones de estas religiones era la de decorar árboles. Una cosa que ya hacían los babilonios hacia siglos.
Un simple árbol lleno de adornos ha dado mucho de qué hablar
En el caso de los romanos estos adornaban las calles durante las Saturnales (la Navidad romana). Sobre los celtas, estos también solían hacerlo con los robles a los que les colocaban frutas y velas durante los solsticios de invierno. La idea espiritual de hacer esto era asegurar el regreso del sol y la vegetación. Pues como se comenta en un artículo publicado en National Geograhic Historia, “desde tiempos inmemoriales, el árbol ha sido un símbolo de la fertilidad y de regeneración”.
En cierto momento de la historia el cristianismo se dio por vencido al no conseguir eliminar estas tradiciones del común de la sociedad. Por eso optó por adoptarlas y transformarlas según sus gustos. La historia más famosa es la de Bonifacio, un misionero que ante la atenta mirada de los lugareños taló un árbol adorado por ellos y les entregó un abeto el cual representa la vida eterna, por estar sus hojas siempre verdes, y su copa apunta al cielo.
«Contemplando el árbol de Navidad» del pintor Carl Larsson. pic.twitter.com/knKcMAb0Q5
— Luciano (@LucianoWrial) December 24, 2023
La nueva tradición del abeto adquirió pronto fama y empezaron a talarse para decorar los pueblos y ciudades. Según se dice, el primer árbol de Navidad parecido al nuestro se puso en una plaza pública en Tallin (Estonia) en 1441 y luego en Riga (Letonia) en 1510. No está muy claro realmente quien de las dos fue la primera en dar el paso.
Hoy, siglo después de todos esos eventos, colocar el árbol de Navidad en nuestro hogar y las plazas de las ciudades es una tradición muy arraigada y que todo el mundo disfruta. Desde los más pequeños a los más grandes. En la actualidad incluso nos ha mostrado cómo también existes árboles decorados hasta en el espacio. ¿Seguirá creciendo esta tradición año tras año? Lo veremos, por ahora ya hablan de árboles modificados genéticamente.
El artículo Aunque se ha convertido en una tradición cristiana, poner el árbol de Navidad es algo pagano. Su origen está en los antiguos celtas fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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