Así es el triste y descorazonador viaje de la orca Tahlequah: transporta consigo durante días a su cría fallecida

A menudo nos preguntamos si los animales sienten y padecen como los seres humanos. Por desgracia, cada vez tenemos más evidencias de que el dolor, tanto físico como aquel más elevado, es una característica de todos los seres vivos. De hecho, hace poco se ha descubierto que algunos crustáceos pueden sentir dolor. Ahora, volvemos a comprobar hasta qué punto los animales pasan por su propio luto en ciertas ocasiones.

La tragedia golpea de nuevo a

Pocas orcas son tan conocidas entre los biólogos marinos como la apodada J35, conocida de manera más común como Tahlequah. Allá por 2018, fue el diario The Seattle Times el que mostró al mundo su primer viaje de pesadilla: 17 días y más de 1.500 kilómetros a cuestas con una cría fallecida.

Sus semanas de luto acabaron, por suerte, con la despedida de la malograda orca de apenas meses de vida y con la recuperación de Tahlequah, que continuó su vida más allá del descorazonador incidente. Ahora, sin embargo, tenemos que volver a hablarte de este cetáceo y de cómo la tragedia ha vuelto a golpear la vida de J35.

Todo comenzó con una publicación en la página de Facebook del Center For Whale Research, en la que los redactores comunicaban la mala noticia al mundo:

La muerte de cualquier cría entre la población de orcas del Southern Resident es una pérdida tremenda, pero la muerte de J61 es particularmente devastadora, no solo porque era una hembra, que potencialmente podría haber liderado su propio matrilinaje, sino por la historia de su madre J35, que ahora ya ha perdido a dos de sus cuatro crías documentadas, ambas hembras.

De nuevo, se ha podido observar a J35, más conocida como Tahlequah, transportando el cadáver de su cría, aunque se desconoce el tiempo que lleva recorriendo el océano con su particular luto. Los investigadores aún no saben la causa de la muerte, pero, a partir de ahora, seguirán con detalle los movimientos de la orca, de J62, su otra cría, y el resto del grupo para poder conocer cuáles son las condiciones en las que se desplazan.

Imagen de la cría J62 que continúa viajando y acompañando a su madre Tahlequah

Por lo que sabemos, según un reciente vídeo publicado en la página de Facebook de la organización Orca Conservancy, ya existía preocupación entre los científicos encargados de monitorizar el estado de salud de la cría J61. De hecho, los investigadores pensaban que podía tratarse de una cría prematura y que su cuerpo no se encontraba en condiciones óptimas.

Sabemos que Tahlequah tiene casi 30 años de vida, las orcas tienen una esperanza que va desde los 50 a los 90 años de vida, y que, quizás, los problemas de salud de J61 podrían haber sobrevenido por no haberse recuperado de la tragedia previa. Además, según afirma el doctor Brad Hanson, del Northwest Fisheries Science Center del NOAA, en declaraciones recogidas en el medio Independent:

El inicio de la vida siempre es peligroso para las nuevas crías, con muy altos ratios de mortalidad en el primer año (…) La primera cría tiene una probabilidad más alta de morir, en gran parte debido a la inexperiencia. Todo tiene que ver con el reto de la crianza (…) Estamos muy agradecidos a nuestros colegas en el estrecho de Puget, quienes han estado realizando el trabajo de campo y han compartido sus observaciones con nosotros.

El artículo Así es el triste y descorazonador viaje de la orca Tahlequah: transporta consigo durante días a su cría fallecida fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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