La inteligencia artificial crea por primera vez un tratamiento para una enfermedad olvidada por las farmacéuticas

La bioquímica Susana Vázquez, en el Instituto para el Diseño de Proteínas de la Universidad de Washington, en Seattle (EE UU).

El estadounidense David Baker, ganador del último Nobel de Química, proclama que la humanidad está viviendo una transformación tan trascendental como lo fue aprender a manejar los metales al final de la Edad de Piedra. Él habla de “la revolución del diseño de proteínas”, comparable también a la Revolución Industrial, que cambió el planeta con sus máquinas a vapor. Su laboratorio, en la Universidad de Washington, anuncia este miércoles que sus disruptivos programas de inteligencia artificial, por los que Baker ganó el Nobel, han logrado por primera vez crear un tratamiento para una enfermedad olvidada por las grandes farmacéuticas. Al frente de esta hazaña científica está la bioquímica mexicana Susana Vázquez, que acaba de dejar Estados Unidos para incorporarse al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, en Madrid.

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El bioquímico estadounidense David Baker, en su laboratorio de la Universidad de Washington.

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