Qué es exactamente una travesía según la DGT

¿Qué es una travesía? Además de ser la típica pregunta que nos pueden hacer en el examen teórico del carnet de conducir y que seguro que te has encontrado en alguna de las páginas web para hacer test, lo cierto es que esta cuestión genera muchas dudas ya que se trata de un tramo de carretera con especial particularidad. Al final, no deja de ser una sección de vía en la que de alguna manera se mezclan la circulación urbana e interurbana, lo que genera una serie de cuestiones que hay que analizar.

Según la Dirección General de Tráfico (DGT), en España existen en la actualidad más de 32.700 tramos de la red de carreteras que se pueden considerar travesías y que tienen una longitud de 18.000 kilómetros. Estos tramos de carretera no sólo atraviesan poblaciones como todos las entendemos, sino también urbanizaciones o polígonos industriales. En este artículo vamos a definir que es una travesía, las particularidades normativas a las que están sujetas y otras cuestiones vinculadas con este tipo de tramos de especial singularidad.

Definición de travesíaLas normas de tráfico en una travesíaEl límite de velocidad en una travesíaUso de las luces en una travesíaProhibición de Vehículos de Movilidad PersonalInfracciones y multas en travesíasLos peligros de las travesíasLa ‘Estrategia T’ en las travesías

Definición de travesía

Para definir de la manera más estricta posible travesía, lo mejor es recurrir a la definición que da la propia DGT. Una travesía es un tramo de carretera convencional que discurre por dentro de un poblado, o dicho de otra forma, es la parte de una carretera convencional cuyo trazado atraviesa un pueblo o municipio. Las travesías son secciones de carretera sujetos a las normas urbanas de circulación, por lo que en un mismo espacio se mezclan elementos habituales de la conducción interurbana y de la conducción urbana, siendo este su principal peligro.

Al final, el problema es que las travesías no son carreteras como tal, pero tampoco calles. Se asemejan al primer concepto por dar continuidad a una carretera convencional, contar con un trazado recto y cierta anchura e incluso con la presencia de vehículos pesados, pero a la vez también presenta los rasgos propios de una población con edificaciones, obstáculos a la visión, pasos de peatones o la presencia de personas y ciclistas. Por eso hay que extremar la precaución cuando se circula por una travesía.

Las travesías presentan ciertas peculiaridades en lo que a la normativa de circulación se refiere

Las normas de tráfico en una travesía

A tenor de la definición anterior, se puede decir que la travesía funciona como un tramo de vía interurbana, pero la circulación está sujeta a los mismos puntos clave que la normativa para circular por ciudad. Esto permite utilizar el carril que mejor convenga e incluso adelantar por la derecha, aunque bien es cierto que existen algunos aspectos o particularidades a tener en cuenta.

El límite de velocidad en una travesía

Da igual la tipología de la travesía y el número de carriles que pueda haber por sentido. Como norma general, en las travesías el límite máximo de velocidad es de 50 km/h. Esta cifra incluso puede verse reducida si el organismo que gestiona este tramo de carretera así lo decide o si la travesía tiene secciones de especial peligrosidad. Cabe señalar también que los vehículos pesados dedicados al transporte de mercancías peligrosas tienen un límite de velocidad de 40 km/h. En ambos casos estas cifras se equiparán al límite que se utilizan en vías urbanas de dos carriles o más por sentido.

Uso de las luces en una travesía

El uso de la iluminación del vehículo es especialmente importante en las travesías, tanto para hacernos ver como para poder detectar la presencia de peatones si la visibilidad es reducida. Cabe recordar que al detenerse o estacionar en una travesía, siempre hay que hacerlo en el arcén o lo más orillado posible al margen derecho de la vía y que es obligatorio dejar las luces encendidas si es de noche o si existen condiciones de baja visibilidad como las que puede haber al atardecer y amanecer o bajo los efectos de la niebla, la lluvia o la nieve o incluso si existe un cambio de rasante.

Prohibición de Vehículos de Movilidad Personal

Aunque la travesía se mueve en un cierto limbo por ser una vía interurbana que trascurre por una población, la realidad es que en términos normativas es una vía interurbana con todas las de la ley y eso implica que los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) no pueden circular por las travesías y tampoco por su arcén. Por mucho que esté dentro de una población, la travesía no se considera una vía urbana y por lo tanto los patinetes y vehículos similares no tienen espacio, como sí en las vías urbanas donde sí está permitida su circulación.

La mayoría de las travesías están bajo gestión de la DGT y este organismo es el encargado de multarnos en caso de cometer una infracción

Infracciones y multas en travesías

A nivel de gestión, las travesías se mueven en una especie de ‘limbo’, ya que la titularidad de la vía no es uniforme. Bien es cierto que la mayoría de los 32.700 tramos de la red de carreteras supramunicipales están bajo el paraguas del Ministerio de Transportes como parte de la Red General de Carreteras del Estado, pero también hay travesías que están bajo la gestión de gobiernos regionales. Las travesías bajo control de ayuntamientos son minoría, ya que eso supone que los consistorios deben asumir su mantenimiento y también el control y gestión de las infracciones.

De ahí que la mayoría de las travesías estén bajo la gestión de la Dirección General de Tráfico en términos administrativos, siendo este organismo el encargado de tramitar las sanciones pertinentes si no cumplimos con la normativa de tráfico prevista para las travesías. En otras palabras, si nos multan por no respetar la velocidad en una travesía con un radar móvil o por no cumplir cualquier otra norma de circulación, lo más normal es que la sanción que llegue a nuestro domicilio sea idéntica a la que nos podría imponer la DGT por superar la velocidad máxima en una autovía.

Los peligros de las travesías

Lo cierto es que este tipo de vías presentan unas peculiaridades muy concretas que hacen que las travesías sean un punto conflictivo en el tráfico. En muchas ocasiones la visibilidad no es la mejor, a lo que se suma un gran número de incorporaciones, zonas con estrechamientos y la presencia de peatones. Además, al ser la continuidad de una carretera en la que el límite de velocidad suele ser de 90 km/h, muchos conductores no respetan la velocidad máxima de 50 km/h que existe en estas secciones de carretera, entre otras cosas porque muchos renuncian a hacerlo por su escasa longitud.

Los propios datos de la Dirección General de Tráfico reflejan que las travesías son un punto habitual de accidentes y atropellos en nuestro país. De hecho, la cifra de mortalidad en travesías apenas ha variado en los últimos diez años, con una media de unos 35 fallecidos por año en este tipo de vías. La mayor parte de las personas que perdieron la vida en travesías durante el último ejercicio fueron peatones atropellados, siendo este uno de los grandes puntos de batalla para mejorar la seguridad en este tipo de tramos de carretera.

La Dirección General de Tráfico ha activado un plan de acción para intentar mejorar la seguridad en las travesías

La ‘Estrategia T’ en las travesías

Dada la peligrosidad que entrañan las travesías por todo lo referido, la DGT ha incluido estas secciones de carretera en la denominada ‘Estrategia T’, plan de acción enfocado en aumentar la seguridad de los usuarios y reducir el número de siniestros en tramos singulares de la red de carreteras. Algunas de las acciones de la ‘Estrategia T’ pasan por la mejora y homogenización de la señalización y la creación de nuevas marcas viales en el asfalto, como las líneas de bordes quebradas (‘dientes de dragón’) para invitar a los conductores a que reduzcan su velocidad.

En este sentido, quizá la actuación más importante es el propio rediseño de las travesías. Con el estrechamiento de los carriles o la instalación de isletas o desvíos de trayectoria se obliga al conductor a prestar mayor atención y también a reducir la velocidad a su paso por las travesías. En esta línea, también la DGT contempla la instalación de pavimentos especiales con colores o texturas diferenciados para alertar a los conductores que están circulando por un tramo de especial singularidad.

El artículo Qué es exactamente una travesía según la DGT fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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